Revista Salud y Bienestar
La Agencia Europea del Medicamento ha autorizado una variación en las condiciones de conservación del medicamento de Pfizer indicado para el tratamiento de la hemofilia B, pasando a ser de hasta dos años a temperatura ambiente entre 2º y 30° C, cuando hasta ahora era necesario que estuviera refrigerado entre 2 y 8 ºC. Este nuevo avance en el almacenamiento y conservación ofrece una mayor libertad y flexibilidad para los pacientes con esta enfermedad.
Para el doctor Víctor Jiménez-Yuste, Jefe de Sección de la Unidad de Hemostasia del Hospital Universitario La Paz (Madrid), estas nuevas condiciones de conservación “suponen un importante beneficio tanto para los pacientes como para los profesionales médicos. Actualmente –indica el especialista-, la mayoría de nuestros pacientes tratados lo hacen en régimen de autotratamiento, por lo que el cambio de las condiciones de conservación supone un aumento en este grado de autonomía, que al no depender de una refrigeración del tratamiento de forma mantenida, permitirá facilitar su transporte y conservación, permitiendo la realización de diferentes actividades sociales sin precisar de la dependencia previa de sistemas de refrigeración”.
Además, añade este especialista, en los pacientes que se traten cuando presentan un sangrado, “la mayor disponibilidad que proporciona esta variación, permitirá que los pacientes puedan utilizar el factor en el momento en el que se inicia el sangrado, llevándolo siempre con ellos, sin necesidad de tener que esperar a la administración hasta llegar a su domicilio donde antes estaría refrigerado”.
Este avance de conservación también supondrá una gran ventaja para todos los profesionales, tal y como señala el doctor José Antonio Romero, del Servicio de Farmacia del Hospital Universitario de La Paz. “Con este nuevo avance –explica- deja de ser un medicamento al cual hay que controlar la temperatura de conservación en cámara refrigerada, por lo tanto a la llegada de este medicamento al Servicio de Farmacia no es tan prioritario su recepción y almacenamiento como lo es un medicamento que debe conservarse refrigerado. Esto supone un ahorro de espacio y energía en sitios de especial control de temperatura”. “Además, en el caso de avería de una cámara y que el Servicio de Farmacia no estuviera funcionando, no habría que desechar el medicamento ya que no se superaría el tiempo límite”, concluye el doctor Romero.
Y es que los Servicios de Farmacia Hospitalaria son clave a la hora del tratamiento de los pacientes de hemofilia ya que estos medicamentos son de uso Hospitalario, es decir, solo se pueden adquirir y dispensar a través de los Servicios de Farmacia del Hospital. Además, el Servicio de Farmacia es responsable del seguimiento farmacoterapeutico de estos medicamentos que exigen un control especial de trazabilidad, es decir, saber que medicamento y que lote del mismo se le dispensa y administra a cada paciente
Además, como indica el doctor Jiménez-Yuste, en los pacientes con hemofilia se está usando cada vez más el tratamiento en profilaxis, frente al tratamiento a demanda, “Probablemente, con las nuevas condiciones de conservación a temperatura ambiente, supondrá un nuevo avance en la profilaxis, permitiendo una mejor adherencia de los pacientes al tratamiento. Toda condición, como es esta nueva implementación, que facilite el tratamiento a los pacientes conlleva sin lugar a dudas un mayor cumplimiento de los esquemas de profilaxis”, asegura el especialista.
Para el doctor Víctor Jiménez-Yuste, Jefe de Sección de la Unidad de Hemostasia del Hospital Universitario La Paz (Madrid), estas nuevas condiciones de conservación “suponen un importante beneficio tanto para los pacientes como para los profesionales médicos. Actualmente –indica el especialista-, la mayoría de nuestros pacientes tratados lo hacen en régimen de autotratamiento, por lo que el cambio de las condiciones de conservación supone un aumento en este grado de autonomía, que al no depender de una refrigeración del tratamiento de forma mantenida, permitirá facilitar su transporte y conservación, permitiendo la realización de diferentes actividades sociales sin precisar de la dependencia previa de sistemas de refrigeración”.
Además, añade este especialista, en los pacientes que se traten cuando presentan un sangrado, “la mayor disponibilidad que proporciona esta variación, permitirá que los pacientes puedan utilizar el factor en el momento en el que se inicia el sangrado, llevándolo siempre con ellos, sin necesidad de tener que esperar a la administración hasta llegar a su domicilio donde antes estaría refrigerado”.
Este avance de conservación también supondrá una gran ventaja para todos los profesionales, tal y como señala el doctor José Antonio Romero, del Servicio de Farmacia del Hospital Universitario de La Paz. “Con este nuevo avance –explica- deja de ser un medicamento al cual hay que controlar la temperatura de conservación en cámara refrigerada, por lo tanto a la llegada de este medicamento al Servicio de Farmacia no es tan prioritario su recepción y almacenamiento como lo es un medicamento que debe conservarse refrigerado. Esto supone un ahorro de espacio y energía en sitios de especial control de temperatura”. “Además, en el caso de avería de una cámara y que el Servicio de Farmacia no estuviera funcionando, no habría que desechar el medicamento ya que no se superaría el tiempo límite”, concluye el doctor Romero.
Y es que los Servicios de Farmacia Hospitalaria son clave a la hora del tratamiento de los pacientes de hemofilia ya que estos medicamentos son de uso Hospitalario, es decir, solo se pueden adquirir y dispensar a través de los Servicios de Farmacia del Hospital. Además, el Servicio de Farmacia es responsable del seguimiento farmacoterapeutico de estos medicamentos que exigen un control especial de trazabilidad, es decir, saber que medicamento y que lote del mismo se le dispensa y administra a cada paciente
Además, como indica el doctor Jiménez-Yuste, en los pacientes con hemofilia se está usando cada vez más el tratamiento en profilaxis, frente al tratamiento a demanda, “Probablemente, con las nuevas condiciones de conservación a temperatura ambiente, supondrá un nuevo avance en la profilaxis, permitiendo una mejor adherencia de los pacientes al tratamiento. Toda condición, como es esta nueva implementación, que facilite el tratamiento a los pacientes conlleva sin lugar a dudas un mayor cumplimiento de los esquemas de profilaxis”, asegura el especialista.
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