Muestra de 520 gramos del meteorito Allende
Astrónomos de la Universidad de Arizona han encontrado evidencias isotópicas de una supernova en el interior del famoso meteorito Allende que atravesó nuestra atmósfera en el año 1969.
En el nuevo estudio publicado en el Proceedings of the National Academy of Science se describe como los isótopos encontrados en las muestras del meteorito difieren de las encontradas en la Tierra o en la Luna, sugiriendo que su origen proviene directamente de la explosión de una antigua supernova y no de los materiales que formaron el sistema solar.
El origen de nuestro sistema solar se remonta a unos 4.500 millones de años en el tiempo, muchas teorías rivalizan a la hora de explicar los procesos que transformaron una inmensa nube de polvo y escombros en los planetas y cuerpos que actualmente observamos. A pesar de ser aún una materia a debate, una cosa está clara, los materiales pesados que forman nuestros planetas solo han podido formarse en estrellas, no hay otra manera conocida de síntesis. Estos materiales que se forman en soles de segunda o tercera generación solo tienen una forma de llegar a nosotros, la explosión del astro que los contiene, una explosión cuyo brillo eclipsa el de toda una galaxia, un evento que significa la muerte de una estrella y de lo poco que quede de su sistema planetario, un evento que transforma la muerte en vida al propagar los elementos necesarios para que esta surja en otros sitios del cosmos… una supernova.
Los elementos y la composición isotópica de nuestro sistema solar refleja una mezcla de materiales derivados de reacciones de nucleosíntesis que se han producido dentro de estrellas. Los isótopos de elementos más pesados que el Níquel se producen a través de tres mecanismos: los procesos p-, s- y r-.
La investigación se ha centrado en los procesos r- consistentes en la rápida adición de neutrones, estas condiciones solo se dan en ambientes con grandes concentraciones de estas partículas como tras la explosión de una supernova. En el proceso-r los núcleos son bombardeados por un elevado flujo de neutrones para crear núcleos muy inestables con gran cantidad de neutrones que, a su vez, decaen muy rápidamente para formar núcleos estables pero siempre muy ricos en neutrones.
Las nuevas técnicas con las que se ha analizado el meteorito han permitido hallar isótopos que provienen de este porceso r-, es decir provienen de la explosión de una supernova. El descubrimiento añade nuevas pistas a la hora de entender como se formó nuestro sistema estelar, es posible que una sola supernova iniciara el proceso de formación de nuestro sol y que luego se formaran por acreción el resto de planetas, aunque también se baraja que nuestro sistema contenga materiales provenientes de varias explosiones cercanas.
Una cosa está clara “somos polvo de estrellas” (Carl Sagan).