¡Vamos allá con otra serie! Sentaos bien porque vais a viajar a un país donde el narcotráfico campa a sus anchas. Hoy os presento mi impresión de la tercera temporada de "Narcos" de Netflix.
El final de Pablo Escobar parecía también la forma de terminar "Narcos", pero Netflix fue astuta y sabe que puede contar la historia de muchos otros narcotraficantes. Y es justo lo que nos ha presentado durante esta tercera temporada. Ya en la segunda nos enseñó al Cartel de Cali y conocimos a los hermanos Orejuela.
La nueva entrega de la serie empezó lenta para lo que es costumbre con Netflix, pero todos sabíamos que esto no sería como con Escobar. Comprobamos cómo los cuatro caballeros de Cali buscaban una salida del negocio y pasarse directamente al negocio legal. Al menos, esa era su intención.
¡Lástima para ellos! El agente Peña y la DEA no están dispuestos a que se salgan con la suya y aunque nos costó verlo, demasiado diría yo, todo acabó convirtiéndose en un baño de sangre. No tan increíble como con Escobar pero le dio emoción a la temporada, que le hacía falta.
Nos quedamos de piedra cuando los agentes de la DEA atraparon a Gilberto Rodríguez Orejuela. ¿Qué pasaría ahora? Nadie podía imaginar que la cosa se descontrolaría, que otros cárteles buscarían acabar con los caballeros de Cali y que, además, tendrían un topo dentro de su organización.
Miguel Rodríguez Orejuela parecía ser capaz de sobrellevar todo, pero nada más lejos de la verdad. Tampoco ayudaba que Pacho estuviera fuera y que, finalmente, sufriera un atentado que dejó a su hermano en silla de ruedas.
Peña y sus agentes contaban con una ayuda especial. Jorge Salcedo, jefe de seguridad del Cartel de Cali estaba pasándoles información. Quizá si no hubieran matado a su compañero y amigo a sangre fría, delante de sus ojos, las cosas habrían sido diferentes. Pero no fue así y él hizo su jugada.
En cada capítulo, sufría por Salcedo porque estaba segura de que le matarían en cualquier momento. Y era un hombre tan íntegro, tan buena gente, que no se merecía tener un sangriento final. Por suerte, Netflix o la historia en sí nos escuchó y las cosas salieron bien para él.
Algo que no ocurrió con el resto de integrantes del Cartel de Cali. Miguel acabó bajo arresto después de muchas vueltas y tanto Pacho como Chepe se entregaron esperando que las cosas fueran favorables para ellos. Los cuatro caballeros esperaban salir de la cárcel en breve y seguir con sus negocios.
Pero el agente Peña tenía otras ideas. Viendo que su Gobierno estaba dispuesto a dejar libres a esos cuatro narcotraficantes, decidió hacer pública la historia... ¿Y cuál era? Que el Gobierno había recibido dinero del Cartel de Cali y pensaba dejarlos en libertad.
Pero todo esto asunto conmocionó a la población y no tuvieron más remedio que dejarlos entre rejas. Creo que Netflix se equivocó en los últimos capítulos, debería haber profundizado más en sus días en prisión, en la huida de Chepe y si posterior muerte. También en la de Pacho en la cárcel.
Netflix cierra un ciclo en Colombia dejando dos de los cárteles más importantes y trasladándose a México. Quizá las historias allí no sean tan fáciles de contar, pero esperamos que nos sorprenda con otra buena temporada y que tenga más emoción que esta última. Sí, porque ha sido un poco "light" para nuestro gusto.