Ayer, estuve comiendo con u grupo de comerciales que nos juntamos cada primer miércoles de mes. Somos de varios sectores y lo único que nos une es gestionar las mismas zonas y a base de años habernos ido conociendo.Surgió un tema en la conversación, que me veo por experiencia personal a suscribir, sobre el aplazamiento de los contactos con los clientes hacia ultimas horas de la tarde.Parece ser que la función “pura” de compras ha sido relegada al contraerse todas las estructuras de la empresa para sobrevivir a esta crisis, el que antes solo era recepcionista, ahora es recepcionista, secretario, prepara paquetería y hace alguna tarea mas y en los departamentos de compras ha ocurrido algo parecido. Quien antes era un responsable de compras, ahora tiene asignadas funciones de logística, envíos, recepción de material y como se descuide coje la furgoneta y va a por material.Hay dos consecuencias inmediatas para los comerciales. La primera es que los trabajos mas repetitivos como las consultas, pedir ofertas o cursar pedidos los relegan a ultimas horas de la tarde, por lo que tenemos el teléfono silencioso durante toda la mañana y empieza a sonar a la hora del “culebrón” de la tarde y funciona hasta horas que antes estábamos ya en pijama en nuestro sofá.La segunda consecuencia, es que los responsables de compras no tienen tiempo de comparar proveedores nuevos, no tienen tiempo de plantearse novedades, por lo que el mercado de ese cliente se estanca.Es el momento de intentar dar un valor añadido al cliente y ofrecerle algo que le descargue de su propio trabajo de compras en nuestro beneficio.