Numbers, de Rachel Ward

SINOPSIS Desde pequeña, cuando Jem mira a alguien a los ojos, puede ver unos números: la fecha en que esa persona morirá. Para muchos esto sería un regalo, pero ella lo considera una carga. Este don la convierte en una joven especial y solitaria, hasta que conoce a Spider y su vida cambia por completo. Paseando un día por Londres con su amigo, Jem presiente que algo malo va a suceder. Esto desencadenará la huida de los dos jóvenes, no sólo de la justicia, sino también de sí mismos y de su propio destino. Ambos se convertirán en fugitivos y dejarán atrás la inocencia, al mismo tiempo que descubrirán que lo verdaderamente importante no es el final del viaje.

Odio a Jem

Así, sin tapujos. Y no durante toda la novela, pero sí durante gran parte. ¿Por qué? Por mostrarse a la par conformista y enfadada. Bien es cierto que Jem no goza del mejor status quo del mundo, pero la forma en la que afronta lo que le viene impuesto es casi derrotista. Nunca fue su culpa la adicción de su madre, y tampoco lo fueron las casas de acogida, pero ella asume que eso es todo, que ella y los que son como ella son menos que morralla.

Realista hasta decir sucio

La historia de Jem y su compañero Spider es la de una huida necesaria. Pero no se trata meramente de un viaje físico, también es un trayecto hacia la madurez y la actitud de cambio.
Rachel Ward empapa cada página con descripciones "amargas" (por llamarlas de alguna manera), "sucias", pero sin llegar a lo soez. Y el motivo no es otro que el de reflejar fielmente la realidad de ambos chicos, de un aparente gris absoluto. Entre otros temas en la novela se habla de drogas o de acoso escolar.
Creo que la forma en que Rachel describe cada acontecimiento favorecen la novela. El lenguaje utilizado es sencillo, lo que favorece la fluidez entre sus páginas.
En su contra he de decir que la primera parte de la obra me pareció algo plana, falta de ritmo y acción.

Un giro inesperado

Llegó un punto, hacia la mitad del libro, que pensé que no había posibilidad alguna de mejorar. Pero, para mi sorpresa, todo cambió de repente. La última parte de la obra es frenética y es, en ese punto, cuando uno no tiene ganas de soltar el libro. Además (gracias a Dios) Jem evoluciona.
Además cuenta con dos finales. Para empezar el desenlace de Spider y Jem, que creo que es el objetivo literario de la obra, la razón de que se desarrolle. Este primer enlace es, cuanto menos, inesperado (el discurso de Jem es, simplemente, fantástico).
Después de el que, a mi juicio, es el primer final, se cierran algunos hechos y acaba con el prólogo. Este segundo final creo que sería más bien un principio, o un entreacto si se prefiere, pues no es más que un adelanto que nos prepara para la segunda parte de la saga.

Pero mira que soy curiosa

No he podido evitar leer mínimamente lo que vendrá en el segundo volumen de la saga. Me planteo hasta que punto este primer libro tendrá su razón de ser, pues son otros los que protagonizan los siguientes volúmenes (si bien están relacionados, no acabo de ver el enlace real entre las dos historias). En fin, tendré que esperar a catarlo para poder saberlo OwO
Numbers, de Rachel Ward