Revista Libros

"NÚMERO DOS" de David Foenkinos

Publicado el 26 noviembre 2022 por Marianleemaslibros

"—¿Te haría ilusión hacer las pruebas?
—¿Eso qué es?
—Actuar delante de una cámara para que ellos vean si das el perfil.
—Pero yo no soy actor.
—A veces en las películas escogen a no profesionales. Si te explican bien la situación, lo harás muy bien, estoy seguro.
—No sé yo.
—Yo creo que por intentarlo no pierdes nada. Y seguramente podría ser divertido…
Mucho después, Martin se acordaría de esta conversación, y más concretamente de la última frase de su padre: «Seguramente podría ser divertido». Le provocaría escalofríos por la espalda. No es de extrañar, cuando sabemos la de trastornos que la aventura iba a provocar.

Recuerdo perfectamente haber leído “La delicadeza” de David Foenkinos (París, 1974) y todas las sensaciones que me produjo la novela, por eso me he maravillado cuando releyendo mi reseña he comprobado que fue de las primeras que escribí en el blog, allá por 2011, no me parecía que hubiera pasado tanto tiempo, para nada. 
Recordaba bien sobre todo esa “delicada” manera suya de escribir, esa prosa tan bonita, y el convencimiento que me quedó de volver a leerle algún día. Cuando empecé a ver esta novela en los medios, en las críticas, y supe de qué iba, me llamó mucho la atención, me pareció una idea interesante y una premisa muy original. Mi intuición literaria me decía que de ella se podía extraer mucha miga y ahora, después de haberla terminado, lo corroboro, no iba desencaminada. Me ha encantado reencontrarme con el autor. 
¿Quién no conoce la saga literaria de Harry Potter? No hace falta ser bibliotecaria para saber que J.K.Rowling la escribió y que gracias a ella, mucho jóvenes en el pasado disfrutaron, se iniciaron, y hoy día disfrutan y se inician en la lectura, con su lectura. ¿Y quién no ha oído hablar de Daniel Radcliffe, el actor protagonista de las películas basadas en los libros?
Jamás había leído un libro a tal velocidad. Naturalmente, el contexto del casting le había dado una razón extra para devorar la historia, pero no era solo eso. Había experimentado una complicidad brutal con los personajes, como si fuera posible trabar amistad con personas ficticias. Martin se unía así a las hordas de grupis, cada vez más significativas. De ahí que, efectivamente, le soliviantara saber que se hallaba tras la pista de J. K. Rowling, que estaba siguiendo sus pasos. Ahora soñaba con conocerla.

La trama a grandes rasgos sin spoilerEn el 97 se publicó “Harry Potter y la piedra filosofal” el primero de una serie de libros que se terminarían convirtiendo en todo un fenómeno de masas y un fenómeno editorial mundial. Una tal J.K. Rowling y su niño-aprendiz de mago protagonista, se hicieron famosos de la noche a la mañana en el mundo entero, muchos niños y adolescentes leían y soñaban con ser Harry Potter ¿Quién no recuerda esa época? 
En 1999 arrancaron las pruebas para encontrar al chico que podría interpretarle, un casting con centenares de actores que pasaron por las audiciones con la ilusión de poder llegar a ser ellos los elegidos para la adaptación a la gran pantalla. Solo quedaron dos, Daniel Radcliffe, y otro niño cuyo nombre nunca salió a la luz. La cosa anduvo muy reñida, cualquiera de los dos podría haberlo conseguido, pero fue Radcliffe el que al final se llevó el gato al agua.
De entrada, los preestrenos de la película sembraron una suerte de histeria colectiva que batió todos los récords. El día del estreno, el 16 de noviembre, solo se hablaba de Harry Potter. Arrancó entonces para Martin el verdadero horror: a partir de ese momento le resultaría imposible obviar lo que había dejado escapar. Imposible acogerse al famoso «derecho al olvido» al que se alude para los criminales. Peor aún, parecía que el país entero avivaba las brasas de su fracaso. Cada vez era más complicado encender el televisor sin toparse con el rostro radiante de Daniel Radcliffe, sin escuchar el relato de su maravillosa vida cotidiana

Esta historia relata la vida del "otro", de Martin Hill, el que quedó en segundo lugar, y cómo el destino embrolló para siempre su existencia cuando, recién divorciados sus padres acudió un día por casualidad a la productora londinense en la que John, su padre, realizaba trabajos como “utilero” 
Se trataba de un oficio complejo que requería una inmensa capacidad de reacción. Su papel consistía en resolver cualquier problema de tipo práctico: calzar una silla que de pronto cojeaba, encontrar un sacacorchos más sencillo de manejar o cambiar el color de una bolsita de té. No solo era John mucho más autónomo en sus nuevas funciones, sino que le chiflaba esa tensión incesante. 

El productor de cine, David Heyman, andaba por aquel entonces a la búsqueda de posibles candidatos para dar vida al pequeño mago en el cine y al ver a Martin, no pudo evitar fijarse en su cara y en esas gafas negras y redondas que tanto le hacían parecerse a Harry Potter, invitándole a participar en el casting. 
Era habitual que se cazaran así futuras estrellas, un poco por casualidad. Hacía poco, de hecho, había oído una historia parecida con respecto a Bruce Willis; su carrera arrancó después de que un director de casting le echara el ojo cuando Willis era camarero en Los Ángeles.

Y ahí comienza su pesadilla, el infierno, porque Martin, a puntito de rozar el cielo, no fue el elegido y tras la enorme decepción, cargará de por vida con el lastre de no poder olvidarse en ningún momento, porque su mayor fracaso está todo el día en la tele, en los carteles publicitarios de las calles, en los escaparates de todas las librerías, en boca de todos sus amigos. Por más que lo intente, es imposible no verlo, todo le recuerda a "lo que podría haber sido y no pudo ser".
Puede que la vida humana se resuma en eso, en una incesante experimentación de la desilusión, para desembocar con más o menos suerte en la gestión del dolor. Pero, por el momento, Martin solo tenía once años. No había manera de superarlo. Acababan de arrebatarle la promesa de una aventura maravillosa.

¿Cómo pudo afectarle el chasco? ¿cómo llevó sentirse rechazado? ¿Será capaz de salir adelante afrontando su fracasado destino?
Los puntos fuertes de la novela
✔ Foenkinos sabe cómo atraparnos, ya en las primeras páginas se nos dice «Esta novela cuenta la historia del que fue descartado». Algo así incita a seguir leyendo, incita a saber qué pasó con el que estuvo a punto de conseguir el puesto de Harry Potter. ¿Verdad?
Desde que empecé a leer no hacía más que preguntarme como se le pudo ocurrir algo así al escritor y averigüé que, poco antes de tener la brillante idea en mente, pudo leer una entrevista a Janet Hirshenson, en su día directora del casting, hablando de las audiciones a esos cientos de actores hasta que quedaron solo dos. Según ella, Daniel Radcliffe fue elegido por tener, «ese algo extra» que el otro no tenía. A Foenkinos le vino inmediatamente a la cabeza el pobre perdedor, el que no tenía «ese algo extra», el chiquillo que con tan solo 10 años debió de sufrir la peor decepción de toda su vida. 
No hay nada más visible que la ausencia.

De ahí que decidió idear una novela mitad realidad, mitad ficción (de hecho toda la primera parte de la novela es real), imaginando, fantaseando, con lo que podría haber sido la historia de ese niño al que él llamó Martin Hill, y aprovechó para profundizar en el tema del fracaso, en las esperanzas infantiles frustradas, ideó lo que quizás pudo haber sido una vida destruida por el azar, la vida del "descartado", el segundón, el que pudo ser y no fue. Porque si a todos nos duele y nos puede resultar difícil de aceptar un fracaso, para un niño de 10 años la cosa puede ser muy complicado de superar y puede marcar para el resto de la vida.
Muy a menudo hay alguien que ocupa nuestro lugar, que nos cierra el paso. Le había pasado ya en la escuela o en el club deportivo; ocasiones en las que había estado a punto de ser el primero antes de que apareciera alguien más competente que él. ¿Siempre funciona así? Toda vida humana, tarde o temprano, se ve malograda por otra vida humana.

✔ Según cuenta Foenkinos en esta interesante entrevista, el libro no cuenta con la aprobación de JK Rowling, ni de Warner, reconoce que ha escrito un libro no autorizado, pero que está gustando mucho a los fan de Harry Potter, ya que aquí se cuentan detalles verdaderos sobre la vida de la autora de las novelas y el rodaje de las películas. Dice que le encantaría conocer a Rowling algún día, pero que sobre todo le encantaría que el auténtico segundo Harry Potter se pusiera en contacto con él, ponerle cara, ponerle nombre. Cierro los ojos e imagino a “Número dos” conociendo la existencia de este libro, sabiendo que un escritor famoso le ha dedicado su novela y que ha inventado su vida. Me pongo a pensar y fantaseo con que seguramente leerá su libro, yo lo haría, me picaría tanto la curiosidad… y me pregunto hasta que punto serán coincidentes las dos historias, la real y la inventada. Si en algún momento ese encuentro se produjera, ¡por favor, Foenkinos, nos lo tienes que contar todo con pelos y señales!
Curiosas algunas cosas que se cuentan sobre Rowling y los rodajes de las películas, que yo desconocía: 
Hasta publicar el primer libro de la saga con treinta y dos años, la vida de la escritora fue una sucesión de fracasos, en el paro, sin dinero y desesperada. Pero un día de 1990, en un tren entre Mánchester y Londres, la diosa fortuna quiso que la inspiración llegara para fulminarla “Con la frente apoyada en el cristal, sin lápiz ni papel para anotar las ideas, en su cabeza se perfila la historia de Harry Potter. Todo surgió de sopetón, la trama general de los siete tomos, aclarará”
Pero incomprensiblemente, el manuscrito fue rechazado hasta en doce ocasiones. Fue la editorial Gallimard, la que supo visualizar el éxito que estaba por llegar, aconsejando a Joanne Rowling, que firmara su obra por el seudónimo J.K. Rowling (La K. es de Kathleen, su abuela paterna), porque temía que fuera encasillado como «un libro para niñas» al estar escrita por una mujer. Menuda tontería. . .
¿Sabíais que durante el ensayo de una escena peligrosa de la película “Harry Potter y las Reliquias de la Muerte”, el cable que sujetaba al doble de Daniel Radcliffe, David Holmes, cedió y sobrevino la tragedia?. En 2009, Holmes quedó tetrapléjico de por vida con tan solo veinticinco años.
“Número dos” está dividido en capítulos cortos narrados en tercera persona desde el punto de vista, la visión y la percepción del propio Martin, por eso se lee rápido, yo al menos lo he devorado. La prosa de David Foenkinos sigue siendo delicada, melancólica, escribe bonito y con mucha sensibilidad, y trata el tema con cuidado. Sabe transmitir emociones, sabe conseguir que empaticemos con el que sufre, con Martin. 
Siempre asociamos el azar con una fuerza positiva que nos catapulta hacia momentos maravillosos. De forma sorprendente, casi nunca se alude a su versión negativa.

Resumiendo: "Número dos" no es una novela sobre Harry Potter, en todo caso podría decirse que es una novela sobre el "anti Harry Potter", el que no pudo ser Harry Potter, es el relato de una vida que no pudo ser vivida plenamente. También he percibido "Número dos" como una oda a los segundones, un bello homenaje a todos esos «número dos» que en algún momento sufrieron una enorme decepción y la he sentido como una profunda y jugosa reflexión sobre el fracaso, sobre los avatares del azar, del destino, pero contado con cierto toque de humor y desdramatizando.
Qué sentido tiene mitigar la decepción de quien ha soñado con ser océano ofreciéndole ser gota de agua.
Reconozco que no me he leído ningún libro de la saga Harry Potter, no suelo leer libros infantiles ni juveniles, ni creo que lo haga nunca, me aburren, pero estoy en contacto con ellos continuamente, colocándolos en las estanterías de la sala infantil, hablando con los chavales que me cuentan lo bien que lo pasan leyéndolos, recomendándolos. 
¿Y yo os recomiendo leer esta novela?Claro, "Número dos" es muy peculiar sobre todo por estar inspirada en hechos reales, he disfrutado leyéndola y os la recomiendo, tanto a los fan de Harry Potter como a los que no lo son pero sienten cierta curiosidad por ese mundo y lo que se coció a su alrededor. Y ojo, para nada es un libro de autoayuda, nada que ver. . .  Mi nota esta vez es la máxima, para variar, dicho sea irónicamente:


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