Este blog trata de buscar caminos y plantear temas que nos puedan servir. Siempre desde un punto de vista positivo. En esta ocasión, he tropezado con algo increíble que me ha provocado al mismo tiempo enfado, ira, desconcierto y estupor. El conferenciante y observador imparcial de acontecimientos se presenta con título académico oficial mas una afición declarada por las matemáticas – aunque no sepa distinguir undécimo de onceavo - y pretende acercarnos al mundo de la numerología. Más concretamente al número once y según dice, a su importancia. Me atrevo a llamarle además “observador cuántico”. Porque según la física cuántica que él trata de explicar sin conseguirlo, los fenómenos dependen del observador. Pues este hombre me ha demostrado que es un fenómeno como observador. Efectivamente trata de ajustar los acontecimientos a lo que él ve. Defiende con pasión su teoría, ancestral, intentando soportarla con conceptos matemáticos numéricos que luego retuerce a su discreción. A lo largo de nuestra vida nos vamos a encontrar con muchos manipuladores de este tipo. En religiones, en empresas, en la sociedad: gana dinero fácil, consigue aquello sin esfuerzo, sígueme que te mostraré el único camino, participa en esta estructura piramidal, sana milagrosamente… En todo esto hay sujetos que son capaces de cualquier cosa para vivir, o sobrevivir, a costa de explotarilusiones, creencias, o lo que es peor, necesidades ajenas. El video que os adjunto es largo. Más de dos horas. No he podido llegar más allá de la primera. Pero a pesar de ello os invito a que lo veáis. Conocer a estos manipuladores, saber que existen, y evitarlos, seguramente nos va a evitar más de un disgusto en el presente y en el futuro.
Revista Coaching
He contado hasta onceantes de escribir esto. Una por cada vez que he parado el video que os adjunto más abajo. En cada una de ellas, me levantaba de la silla, daba unas vueltas por el despacho o me iba a pasear. Por puro cabreo.