Números noticieros

Antes, cuando leías el periódico, veías muchas letras y pocos números. Las noticias, no sólo en el diario, sino en la radio, la televisión, y cualquier medio, tenían palabras y más palabras. Ahora parecen haber quedado relegadas a un segundo plano, o a un tercero incluso. Ahora prácticamente todo son números, y cuanto más grandes parece que mejor.
Los números son divertidos, sobretodo los que salen en las noticias. Son números que cambian de bolsillo, de cuentas entre países, como de España a Suiza, por ejemplo. Son números viajeros. Hay gente a la que ya le ves cara de número, e incluso de moneda. Por ejemplo a Bárcenas, si te fijas bien, y te imaginas un bigote, parece que sus rasgos dibujen un euro. Es curioso.
Luego hay números que parecen una cosa y son otras. Por ejemplo en los famosos papeles de Bárcenas, parece que pone Aznar, pero pone otra cosa. O parece que pone Rajoi y pone otra cosa. O parece que pone Cospedal, y pone otra cosa. Hay que ver, estos números noticieros, cambiantes y viajeros. Y luego están esos que son más y parecen menos. Por ejemplo, empiezan diciendo veinticinco, y lo continúan con millones, parece que dicen miles, y luego dicen de millones.
Debe ser que como ya no hay peseta, pues se roba más, y los números son más grandes. Pero son más pequeños. Antes robabas un millón de pesetas y la habías armado. Ahora por 6000 euros no sales ni en el Heraldo de Aragón. Claro que en el Heraldo de Aragón tampoco es que salgan muchos, más bien van entrando (teniendo en cuenta que es uno de los periódicos más plurales que he leído, por mucho que haya algunos que se nieguen a admitirlo).
Antes decíamos que una imagen vale más que mil palabras, pero yo no atino ni con la imagen ni con las palabras que la acompañan. Me ha costado un siglo entender lo que era la prima de riesgo, otro siglo entender sus gráficas, y estoy en el tercero, en el de entender a quien las comenta. Pero, ¿el periódico no era una cosa para el pueblo? A ver si es por eso que nos quieren recortar tanto en Educación, para que desaprendamos a leer. En el fondo lo hacen por nosotros, para que no nos demos estos sustos tan gordos.
Y entonces, así, los recortes en Sanidad tampoco será para ofendernos tanto. Al fin y al cabo, con menos sustos menos uso del sistema. Si es que nos quejamos por vicio, hay que ver.