

Las galaxias espirales, como nuestra Vía Láctea, mantienen un ritmo tranquilo pero constante de formación de estrellas.
Otras, como la NGC 6946, situada a unos 22 millones de años luz de la Tierra, en la frontera de las constelaciones Cepheus y Cygnus, son mucho más activas, hecho que ha llevado a plantearse como se forman verdaderamente las estrellas y las galaxias
Investigaciones anteriores de las galaxias vecinas a NGC 6946 revelaron un gran halo de hidrógeno, una característica muy observada en las galaxias espirales, que posiblemente sea debido a la gran cantidad de hidrógeno expulsado de los disco de las galaxias tras la formación de estrellas y explosiones de supernovas.

Sin embargo este nuevo descubrimiento nos aporta una nueva fuente de hidrógeno que interfiere en la formación constante de las estrellas, estos ''ríos'' conducen por el espacio intergaláctico un 'flujo en frío', de gas que nunca ha sido calentado a temperaturas extremas,diferentes a las aportadas por el nacimiento de una estrella o por procesos de supernova.
Gracias al Green Bank Telescope se ha podido detectar el brillo emitido por el gas hidrógeno neutro que conectaba la galaxia NGC 6946 con sus vecinos cósmicos.

Las próximas investigaciones nos ayudarán a comprender mejor la formación de las galaxias y estrellas,ya que las futuras observaciones se centrarán en analizar como interfieren los ríos de hidrógeno en la evolución de las galaxias.
FuenteAstronomical Journal.