De: [email protected]Para: [email protected]Asunto: Mi "último" falso despido
Siempre que hablo con vos quedo agotada. Tenés un imponente concepto sobre ti mismo que no me otorga cabida y me cansa mentalmente. No hay manera de llegar a vos con esa percepción que tienes que no estás hablando con vos mismo y que solamente una persona con todos tus mismos conocimientos es capaz de deslumbrarte por tener la razón absoluta.
Si así lo ves, nada de lo que yo te diga lo considerarás como verdadero. Las soluciones las tenés únicamente vos. Con cada respuesta que se revela para mí como el problema obvio, para vos pasan desapercibidas por esa visión tan extrema. No ves un punto medio porque estás parado en un extremo al que no dejas llegar a nadie y así ayudarte a ver las cosas de una manera más neutral.
Lo que Andrés necesita es un equilibrio. Tu extremo Yang está caracterizado por tu escaso aprecio por las cosas más importantes, las relaciones humanas. Tu conocimiento te vuelve prisionero de ti mismo y te aísla. Mientras más sabes menos aprecias. Agradeces menos porque como todo lo sabes nada te sorprende. Como no te sorprendes, te aburres de las personas. Entonces te vuelves prepotente, soberbio, hasta amargo en tu forma de expresarte. Es un extremo totalmente egoísta, y centrado casi completamente en vos.
¿Qué te divierte? la conquista. No solamente de mujeres sino de la gente en general. Tu combustible son las personas que te admiran y piensan que eres grandioso por tus puntos de vista objetivos que se identifican con sus vidas. Montas un espectáculo en tu trabajo, con tus amigos, con tu familia, por internet, con las mujeres, pero es todo para sacar provecho para vos mismo. No dejas que el resto participe en el show. Cuando los otros quieres participar es cuando suprimes sus personajes. Porque tú eres el único con derecho sobre tu escenario y los demás se tiene que adaptar a eso. Si no se adaptan, los expulsas. Y te vas quedando solo con la luz de foco sobre vos.
Todo en este mundo esta interconectado, una cosa lleva a la otra, es por eso que estas como estas. Es por eso que todos estamos unidos, la acción de uno lleva a la reacción de otro y así sucesivamente. La hoja cansada del otoño no caerá sin que pase algo después del desprendimiento de su rama. Absolutamente todo lo que pasa bajo este sol une a los seres humanos porque de ellos se origina y se comparte por igual. Pero vos no queres participar. Te negás a ser parte de "los demás" desequilibrándote una y otra vez en un ciclo eterno que va jugando en tu contra y te va consumiendo.
Te amo Andrés pero te amo bajo lo que es mi concepto de amor, no por el valor que tu le adjudicas. Sé que vienes a mí porque quieres sacar provecho para ti mismo. No porque verdaderamente aprecies algo lindo en mí. Tu naturalidad se perdió en la secuencia y monotonía de tus conquistas, para verte grandioso, no para tomar en cuenta al otro. Necesitas planear algo para conquistar, ya que un verdadero y de corazón "eres una mujer hermosa, te amo" o más simple aún "Cómo estás, me he acordado de ti" simplemente no te nace.
No quiero que planees algo para mí. Si no te provoco un simple "¿Cómo estás?" no quiero una majestuosa entrada tuya con alfombra roja incluida. Gracias, pero no me interesa. Porque te va a seguir envolviendo a vos, no a lo que yo valgo y vos considerás. No será la forma de conquistar a esta espectadora porque te falta la belleza que más aprecio en los hombres, la sinceridad.
Perdoname lo largo del correo, no lo puedo evitar. Cuando siento y tengo ideas en la cabeza me explayo. Ya sé, parece una despedida más. Ojalá esta vez esto se traduzca en un efecto que definitivamente me permita alejar de vos. A medida que pasan los días, las cosas suelen verse y sentirse diferentes. Siempre caigo. Me precipito a expresar sin dejar asentar. Pero si hay algo de lo que estoy segura que se va a mantener constante en el tiempo... y es que mientras vos continúes siendo de esta manera, mi felicidad a tu lado es y será siempre, solo una trampa de mi imaginación.
Cuidate,
Flor