Nunca el tiempo es perdido….

No sé si me pesan los kilos o los años, bueno vale me pesan los dos y lo sé, el tema es como llevarlos o como ir digiriéndolos. No tengo sensación de tener una crisis por ver el paso del tiempo en mi cuerpo. Es más yo las crisis con mi cuerpo las tengo desde los 15 años, pa que nos vamos a engañar mari, principalmente por esa facilidad de ensanche que tiene, pero ese es otro tema.

A mí me pesa el tiempo, como concepto de lo pasado, de lo vivido que nunca se volverá a vivir. Vale ya sé que toca vivir otras cosas pero algunas fueron muy chulas y no estaría mal repetirlas no??? Pero claro, en ese momento es cuando te das cuenta que ya no eres la misma, ni tu ni lo que te rodea y entonces solo entonces es cuando te quieres sentar a tomar un Gin tonic y contarles tus penas a otra amiga tuya que también esta rondando la cuarentena.

La maternidad es un extra para el paso del tiempo, es como una lupa adicional que lleva tu reloj para que veas bien que el tiempo vuela. A veces creo que mis amigas que no tienen hijos envejecen más lentamente, en serio. Serán visiones mías, pero cada centímetro que crecen tus hijos es uno que tu ensanchas o reduces en altura. Cada cosa nueva que aprenden es un achaque tuyo y así paulatinamente hasta que llegas a abuela. Lo sé soy una exagerá pero he encontrado mi virus. Sí, ese que me hace viajar en el tiempo y ver cada segundo de mi vida, se llama familia, se llama recuerdo, se llama viajes a tus raíces. Vamos que yo creo que si en lugar de ir a Pintxolandia o a peinetaland viajara al Caribe me sentiría como una veinteañera, me juego el tipo. Pero nada como retroceder a tu infancia o verte cogiendo en brazos a las nuevas generaciones de la familia para darte cuenta que el segundero de tu reloj lleva puesta la quinta marcha y no piensa decelerar. Y digo yo, no podemos tener un bonustrack, si hombre que según pasen los años cada decena tengas derecho a recuperar alguna cosa de esa década, vitamina para el cuerpo o el alma.

Yo no os negaré que me autoengaño porque vuelvo a tener un bebé y eso hace que pase un poco de la lupa de mi reloj peroooooooooo de repente me giro y ahí está el monillo, 7 años va a hacer y eso querida quieras o no es un zasca a tu momento soy madre de lactante. En fin, tus hijos crecen, tus sobrinos nacen, tus padres envejecen, tus abuelos mueren y tú no eres la que eras. Es ley de vida nos guste o no y a veces es duro de digerir. Y para la digestión nada mejor que un Gin Tonic y para el resto una buena dosis de charla con amigas. Ya sabéis eso de mal de muchos consuelos de tontos. NO hay nada como quejarte de tus colgaderos pechos para que otra te lo iguale, no hay nada como contar que en tu última juerga no llegaste ni a la segunda ronda de la discoteca, no hay nada como confesar que los viernes sueñas con el pijama y no con la plaza del pueblo y no hay nada como confesar que eres humano y que a veces solo a veces echas de menos tu resistencia al sueño, tu ganas de salir una noche sí y otra también, que echas de menos tu talla taitantos, que echas de menos tu facilidad para al aprendizaje y retención de datos, que echas de menos ver en el espejo cosas que ya no ves.

Ahora te toca mirar el reloj y pensar que; aun queda mucho por vivir, que ya no podrás bailar toda la noche pero si quizás toda la tarde, que en lugar de 3 cursillos paralelos, podrás ir de uno de noche u on-line, que en vez de ir de bodas iras de bautizos y que todo aquello que viviste y disfrutaste son arrugas y achaques con un valor único que permanecerán en tu cabeza además de en tu cuerpo.

La juventud dicen que es una actitud mental, yo no lo creo .Pero lo que sí creo es que cada uno es libre de vivir su momento como puede, es lícito no aceptarlo pero por ahora no hay nada que pueda retrasar el tiempo, así que pasa la crisis, quéjate, llora, pasa por un quirófano, laméntate, ríete, pero sobre todo asúmelo. Porque yo tengo claro que nunca volveremos a ser lo que fuimos, eso sí, la esencia siempre perdura y ahí está la clave de todo, lucha por no perderla, por encontrarla si la perdiste y por mantenerla cuando la recuperes. Así ,cada vez que mires el reloj y el espejo siempre habrá algo que te parecerá familiar.

"Por eso nunca el tiempo es perdido, es sólo un recodo más en nuestra ilusión ávida de olvido" *Las fotos del post by Peineta , Violeta Rodriguez y Esther Gamito