Titania / 379Pág. /
Xanthia Neville vive una vida que la alta sociedad de Londres jamás aceptaría. Y es que Xanthia es en parte dueña y dirige una compañía comercial naviera, algo que la alta sociedad con la que se codea jamás aceptaría en una mujer de bien. A punto de cumplir los treinta años, se la considera prácticamente una solterona pero no es algo que el quite el sueño. Ha sido una grata sorpresa que Carlyle haya retratado a una mujer tan independiente y decidida dentro de una época tan complicada para el género femenino. La novela comienza fuerte y es que en una presentación social Xanthia conocerá a Stefan Nash, marqués con una muy mala reputación que pondrá su mundo patas arriba tras un tórrido encuentro en el jardín. En ese mismo encuentro es donde veremos que Xanthia no es la típica protagonista de novela de época. Vive al margen de la sociedad y no considera que la sexualidad "libre" sea cosa sólo de hombres. Ella tiene sus necesidades y cuando Nash logra despertar su pasión no duda en rendirse a ella.
Pero la novela no sólo se basará en la historia de pasión y amor de Xanthia y Nash. Todo se complica cuando la familia Neville es contactada por el Gobierno con el fin de que los ayuden a investigar a Nash. Creen que está siendo traidor con la corona. Para Xanthia es inconcecible pero al mismo tiempo ¿cuánto conoce a ese hombre?Los secundarios han estado bien pero lo cierto es que no destacan demasiado. Por un lado el hermanastro de Nash, Tony, hombre dedicado por entero al juego y la vida social. Por otro el hermano de Xanthia, Max, un lord preocupado por su familia y negocios. Nunca mientas a una dama es una novela sencilla y sin pretensiones. Una historia típica que sin embargo destaca por su protagonista. Novela ideal para las amantes de la romántica de época que si bien no es inolvidable si cumple su cometido de pasar un buen rato y dejar buen sabor de boca al terminar.