Se ha incorporado Claudio Cerdán al proyecto SeisDoble de Menoscuarto Ediciones, y Sonia Ruiz ha dado palmas de alegría, primero por ver continuada su historia, y después por el hecho de que sea el autor yeclano el que siga el camino que abrieron Noemí Trujillo y Lorenzo Silva, y que después ampliaron nada menos que Andreu Martín y Esteban Navarro.
El plan de ir reuniendo a grandes autores del género para que recreen las andanzas de esta detective privada rozó la brillantez, y se demuestra en cada entrega. Y eso que los inicios de ésta no son muy halagüeños para la mencionada Sonia, despertar medio amnésica en un contenedor de basura, tras una noche a priori bastante loca, y vestida para matar aunque casi se convierte ella en cadáver no era lo más recomendable para el personaje, pero claro, conociendo a Claudio Cerdán, tampoco podría extrañarnos mucho, no es la primera vez que demuestra la inclinación que tiene por las situaciones límite.
El caso es que Sonia debe salir rápido de esa nube de amnesia y alcohol porque su salvadora, Mila, a la sazón antigua compañera de instituto, tiene un trabajo para ella, nada menos que encontrar a su marido fugado. Sí, en verdad no parece sonar muy original, pero hay que seguir leyendo para ver si Cerdán se acomoda o nos engaña como buen autor negro que es.
Junto a nuestra extrañeza, llegará también la del joven Pau, el casi becario del CNI que ya conocemos de entregas anteriores, el guapo agente/colaborador/compañero de piso a quien Sonia no sabe si colocarle también el marchamo de amante. Pero tras esa sorpresa, el motor narrativo de Claudio Cerdán estalla en todo su esplendor, los ocho cilindros rugen y el óxido nitroso entra en escena para que la trama empiece a acelerar y no deje de hacerlo ya hasta su final. Entre medias, grupos de ultras futboleros, mafias rusas, oscuras intenciones, incendios e incluso la siempre peligrosa fama de los antiguos alumnos, queriendo burlar las jugarretas del tiempo. Ah, y ciertos contactos policiales de cuyo nombre, y existencia, a veces sería mejor olvidarse.Sonia Ruiz, una vez más, se deslizará por un tobogán de sensaciones y mentiras, y Claudio Cerdán irá con ella hasta donde pueda, el resto será cosa privada, la detective tendrá que sopesar qué caminos podrá transitar y cuáles no. Lo bueno es que nosotros sí estaremos allí, mirando ansiosos hasta el final.
(Publicada en Solo Novela Negra: https://punica.es/nunca-mires-atras-resena/)