Anna dello Russo dijo una vez que “nunca se tienen suficientes zapatos”. Quizá sea por la sencilla razón de que las malas lenguas dicen que tiene unos 4.000 pares y que tiene un apartamento para ellos contiguo al suyo en Nueva York. Porque aquí cada una tiene su fijación. Lo de Anna-de los los zapatos. Pero hagamos examen de conciencia. ¿Qué prenda se repite una y otra vez en tu armario? ¿A qué ganga no te puedes resistir? ¿Por qué vayas a buscar lo que vayas terminas volviendo a casa con una … (rellene a su gusto) más?
Pero no solo de zapatos vive nuestro armario. A mi amiga L. le volvían loca las faldas negras. Diez o doce tenía en su armario. A otras les da por las camisetas. O los complementos. Los bolsos son un clásico. La ropa interior. Los pijamas. Lo mío va por temporadas. Os cuento mis “nunca están de más” actuales:
- tops blancos. Y cuando digo tops digo camisetas, blusas o cuerpos. Siempre blancos o beige, que así pegan con todo. Lo peor es que me vienen como arreones, sobre todo a comienzos de temporada, cuando hago repaso de armario y me doy cuenta de que tengo demasiadas faldas y pantalones desparejadas. Lo peor es que a pesar de ser sencillo, luego no es tan fácil encontrar lo que busco exactamente. Por eso, cada vez que veo uno que me gusta, me lo llevo a casa. Que un top blanco nunca está de más.
- medias negras. Han sido mi obsesión de este invierno. De H&M, de Calzedonia, de Massimo Dutti. De donde pillara. Que luego se rompen. Que son las que pegan con todo. Que en invierno la ropa tarda en secarse y te ves sin medias que ponerte. Que nada, que me las llevo que nunca están de más.

- abrigos: subiendo ya de nivel, hubo un par de temporadas en que los acumulé en casa de todos los colores y formas. Y eso que en Sevilla la temporada de abrigo tampoco os creáis que va mucho más allá de finales de noviembre a marzo. Por suerte o por desgracia, la razón ha vencido a la obsesión y el ahorro de espacio ha ido haciendo que hayan ido abandonando el armario amortizando sus puestos, sin sangre nueva que los sustituya.
- cardigan negro: que el negro es un básico ya lo sabemos, y que yo debo tenerlo muy interiorizado también, porque queda claro es mi color recurrente. Reconozco que soy muy fan de las rebecas, y aunque no me de para ponerles un piso, ni siquiera un cuarto, llenan más de un cajón. Y las negras se llevan la palma, debo tener como seis: con manga larga, al codo, con largo a la cintura, largas, con lentejuelas y hasta una maxi-rebeca vestido de punto.

-pañuelos y fulares: de nivel de psicólogo, lo reconozco. Puedo tener como 30 (me da miedo contarlos) y lo peor es que todavía no encuentro ese que me va con mi chaqueta nueva. Tenía que haberme traído el que había en la tienda a juego. Era súper agradable y ya se sabe, nunca está de más.
- maxicollares: mi obsesión para la nueva temporada. Si es que alegran cualquier look. Y aunque se alejan de la máxima principal del “nunca se tienen suficientes”, que es el hecho de ser en si mismos una prenda de temporada, alegran cualquier look. Van con todo. Para arreglado y para informal. Para este verano, seguro que nunca están de más.
Así que completen la frase… Que prenda acumulas en casa sin control, hasta el punto de pensar que tendrías que mirartelo? Nunca se tienen suficientes…
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Autor:
Cameron
