Hoy comienza la semana mundial de la lactancia materna. Es del 1 al 7 de agosto. Diversas entidades organizan distintas acciones a fin de divulgar y fomentar la importancia de dar de mamar al bebé. Incluso, la OMS emitió un comunicado advirtiendo que sólo 1/3 de los bebés de todo el mundo toman la teta durante los primeros seis meses de vida (ver nota). No entiendo nada... ¿qué pasa que lo natural es lo raro?
A ver, somos mamíferos. Gestamos como cualquier mamífero placentario, parimos como tales (o en condiciones peores, tristemente). ¿Por qué no somos capaces de darle nuestra leche a los cachorros de nuestra especie? Es muy triste esta noticia. También me da pena que tenga que haber una semana de la lactancia materna para recordarnos cosas básicas.
Pero ahora que recuerdo, es normal que los cachorros crezcan a mamadera, ¿no? Es lo que se ve en la calle, en la plaza, en las fotos de muchas de mis amigas que veo por FB. Ese es el "surco" que nos marca la sociedad. ¿Nos quedamos sin leche, no tenemos ganas de brindarnos a nuestros cachorros, le hacemos caso ciegamente a la imposición del horario? ¿nos maltratan psicológicamente y nos doblegamos y le damos leche de fórmula frente al temor de que nuestro cachorro siga bien pegadito a una curva de crecimiento estándar? Todo esto puede ser cierto. También es cierto que para las madres de la era plástica, es más fácil abrir un tetrapack, limpiar una mamadera, calentar la leche y ofrecer el contenido que ponerse a amamantar. Tengo una mezcla de bronca y tristeza.
En kolla dar el pecho es ñuñu, en alguna lengua africana es nyonyo. El cachorro también lo entiende así. Para él hay ñuñu cada vez que lo necesita, yo no siento que esto me ate a él o me impida hacer cosas.
Dar de mamar es uno de los regalos mas bellos que me dió mi cachorro. Jamás supuse todo lo lindo que implica esta conexión. Siempre me dio pudor ver amamantar. Nunca me planteé hasta cuándo era necesario dar la teta o por qué. Lo aprendí de mi cachorro, de mi experiencia. Lo vivencié y me maravilló. Es tan sencillo, está siempre lista, con la temperatura ideal, disponible, nutritiva, sabrosa. Me ayudó a bajar de peso sin problemas. Es económica y limpia.
Sé que hay quienes quieren o quisieron amamantar y no pudieron hacerlo todo el tiempo que quisieron. A veces esto pasa por influencias externas, y es triste que esto sea así. Pero no voy a contar lo que le pasó a alguien más, sino lo que yo viví.
Pues bien, la placenta mal ubicada nos llevó a elegir una clínica cheta con servicio hospitalario de hotel de lujo. Había leído sobre cómo amamantar, sabía de la bajada de leche, me había preocupado por no tener los pezones invertidos, por que no tuviera la piel demasiado sensible. Llegó el momento de la primera mamada, fue increíble, fuerte y raro. Si, extraño. Una sensación que no puedo transcribir con palabras pero la recuerdo con dulzura.
La bajada de la leche dolió. Pero lo más doloroso fue recibir a algunas de las puericultoras de la clínica. Bestias terribles y desconsideradas, de trato bruto y poco empático. Fueron varias, por que la modalidad de la clínica es así, a cada rato entra y sale gente, que muchas veces no sabés ni quién es. Pero hubo una en especial, una de las primeras, que me tocó con las manos frías y estiró mis pezones sensibles como si yo no tuviera sistema nervioso, pellizcándome sin pudor. Para explicarme de mala manera cómo tenía que ser. Sufrí, lloré por dentro. No entendía por qué me tenía que lastimar así, a propósito. No dejé que me tocaran más. No las quería ver más. A ninguna, por las dudas. Hubo otras, más amables, suaves y cordiales. Sin embargo todas me decían algo que me sonaba raro "la lactancia tiene que ser a demanda. Cada dos horas, le das 20 minutos". Y yo asentía.
Los primeros días en casa hay muchas a preocupaciones: si gana peso o no, ¿le estaré dando bien?, me contracturo, llora mucho, duerme mucho, no eructa, etc. Son ajustes típicos. Pero entre todo esto, yo tenía en la cabeza lo que me habían dicho "a demanda, 2hs, 20min".
La rutina en casa era más o menos así: reloj con alarma para no pasarme ninguna teta, estres, despertar al cachorro para que tome 20 minutos, pero a veces no tomaba 20 minutos! estres! despertar al cachorro dormido mientras tomaba la teta para que tome la teta, mas estres, se me pasaba la hora en el intento, se corría el horario de la próxima... aaaaaaaahhhhhh
En los controles, el cachorro estaba siempre un poco por debajo del peso estándar. Fuimos dos veces a controlarlo con el neonatólogo. La ultima vez me pidieron que les mostrara cómo le daba el pecho, para que verificaran que la posición era la correcta. Me llenaron de miedos, me hicieron dudar de mi capacidad de amamantar y me volvieron a repetir lo mismo "a demanda, 2hs, 20min".
Nos volvimos a casa y a mi me salió la científica y dije basta, mientras me aclaraba cosas que ya sabía. Una curva de crecimiento es un parámetro, es un promedio, 100 gramos por debajo no es tanto si viene ganando peso constantemente y está bien en todo lo demás. Ahí comencé un camino más intuitivo. El paso siguiente fue la ruptura definitiva de esa incoherencia que me habían remarcado las puericultoras de la clínica cheta. Harta y estresada por seguir el reloj y sus alarmas y no pasarme ninguna teta un dia me dije "a demanda es cuando el cachorro pide teta. Despertarlo porque el reloj dice que es la hora no es a demanda". A partir de ahí, la lactancia se convirtió en un acontecimiento feliz y disfrutable. Ahí entendí la maravilla de poder alimentar con el propio cuerpo.
Hoy hace ya 1 año, 3 meses y 3 semanas que mi cachorro crece a pura teta (bueno, ahora también come comida). Es algo que nos acompaña y que no quiero reemplazar por nada. Me parece magnifico como nos ayuda a conectarnos y tranquilizarnos. Es nuestro momento.
Incluso recientemente, ya sin los fantasmas de esas puericultoras, tuve que defender nuestra lactancia frente a una pediatra. Esta médica me dijo que al año tenía que terminar la lactancia ¿para alimentarlo con leche de fórmula? Eso no es más sano, ni más nutritivo, ni más económico, ni sencillo. Y vuelvo a pensar lo que escribí al principio, somos mamíferos, nuestros bebés toman de nuestra leche hasta el destete. Luego del destete no más leche. No existe ningún otro mamífero que consuma leche en estadío adulto. Lo raro es que los humanos no recordamos cuándo es nuestro tiempo natural de destete.La lactancia la vamos a terminar cuando nosotros lo determinemos, es algo nuestro. Somos el cachorro y yo.
Bueno, para defender todo esto, para estimular a que otras mujeres madres se salgan del surco social del consumo y la mala recomendación médica es que se hace la semana mundial de la lactancia materna.
Dar el pecho, amamantar, que tome la teta, alimentarlo de mí, es lo que todo cachorro necesita de su mamá. Porque somos mamíferos, tan sencillo como eso.