Como siempre, todo arranca en la ciudad de Nueva York que se encuentra estos días sumida en una ola de intenso frío, llegando a registrarse temperaturas de -15ºC. Pero, sinceramente, pagaría ese precio por poder asistir. Pero mientras, me conformo con ser participe de las colecciones para el próximo otoño-invierno 2016/2017 a través de la pantalla de mi ordenador.
Aquí os va un primer resumen de lo que más me ha gustado, de una NYFW, de momento, bastante descafeinada. Parece que seguirá la estela de la Alta Costura de hace unas semanas...
Siempre es uno de mis preferidos porque me encanta la filosofía con la que entiende la moda. Jason Wu huye de artificios, le gusta la simplicidad, las cosas atemporales y elegantes. en definitiva, la buena costura de un traje. Porque de nada sirve que sea un diseño de lo más espectacular y vanguardista si no prestas atención a lo que, verdaderamente, debería prestarle un diseñador: la calidad de los materiales, el corte y la confección.
La colección de Altuzarra al primer vistazo parecía influenciada por la década de los 80 en la silueta y cierta estética punk , pero una vez que profundizabas en ella encontrabas detalles folk. De primeras estas dos ideas parece que no son conjugables, pero Joseph Altuzarra lo ha conseguido de forma brillante, con una colección tremendamente elegante y con una línea diferente.
Durante los primeros días de la NYFW pudimos ver el show (
Me encantó la especie de cuento invernal que parecía esconderse tras la propuesta de Prabal Gurung. La paleta de colores era mágica y funcionaba a la perfección, especialmente en los vestido y abrigos. Me gustaron especialmente las prendas en blanco, porque es un color poco usual en las prendas invernales.
Créditos: Vogue.