Hace tiempo, con motivo del aniversario de la muerte de Facundo Cabral, vi un especial que dieron sobre él y, entre todo lo que siempre le escucho, me quedé con una de sus frases "O cambiamos o desaparecemos."
Me hizo tanto sentido. No sólo por lo que veo a diario: todos sabemos perfectamente que el agua es un recurso no renovable, y también que sabemos que sin agua, no podemos vivir. Sin embargo, es fácil ver cómo las personas no solo malgastan agua y no la cuidan, sino que muchas veces van aún más allá, la tiran sin sentido. ¿Quién no ha visto a una persona, mojando sin sentido la vereda -o peor aún, la calle- como si el agua que tira, volviera?
Pero -aunque no es una cuestión menor- no es esa la reflexión que quiero compartirles, sino que quiero proponerles que compartamos esa frase para llevarla a nuestra vida privada. ¿Cuántas veces es tal cual así "o cambiamos o desaparecemos" pero no aun así somos necios y no queremos cambiar?
No nos importan los costos, ni siquiera nos importa que nuestros sueños estén cada vez más lejos si seguimos siendo la persona que somos. A veces, porque perdemos una relación que nos importa mucho, otras, porque no es posible concretar nuestros sueños si no nos disponemos a aprender lo que necesitamos aprender. Y las cosas solo empeorarán, si nosotros no cambiamos, y sería bueno que lo tengamos en cuenta.
Todos tenemos espacios de aprendizajes, ya que cuando afortunadamente aprendimos algo, ya tenemos claridad y estamos en condiciones de ir un poco más allá, entonces nuevamente descubrimos que hay otro espacio en el que es preciso que cambiemos para honrar el ser que somos y ser la mejor persona que podemos ser.
A veces es "o cambiamos o desaparecemos", otras es "o cambiamos o nuestros sueños mueren en el camino". Quizás se trate de algo que queremos lograr, pero para lograr ese sueño necesitamos estar dispuestos a cambiar nuestra indisciplina, nuestro "mañana comienzo" por disciplina y compromiso, hoy y Aquí. O a veces el cambiamos tiene que ver con discusiones, entonces necesitamos cambiar sin importarnos que en apariencia el otro gane. Finalmente si hay una competencia es la nuestra con nosotros mismos
Quizás podamos mirar cuál es el espacio de transformando al que nos estamos resistiendo. Y podamos re-pensar ¿Cuál es el sentido? ¿Qué imagen estamos defendiendo, si finalmente la única imagen importante es la que nos devuelve el espejo a nosotros mismos? ¿Qué estamos haciendo importante cuando preferimos seguir cuidando nuestra imagen en lugar de hacernos importante nosotros mismos, la persona que somos, los hábitos que sostenemos y nuestros sueños?
Mil gracias por compartir este espacio
Un abrazo muy cálido
Cristina