Había escuchado hablar tantas veces de O Celme Galego, que tiene delito que tardara tanto tiempo en conocerlo. Seguro que no exagero cuando digo que media ciudad de Vigo, en algún momento, ha pasado por aquí a comer o cenar. Tantas referencias positivas tenía de este lugar situado en la parroquia de Valladares que, sólo puedo decir, mea culpa, por la tardanza en visitarlo.
Teníamos una cena pendiente con unos amigos, cuando planteé el ir a O Celme Galego, no lo dudaron. Ellos también tenían buenas referencias del lugar pero no habían ido nunca, así que, la ocasión era ideal para esta primera visita. Tuve mucha suerte a la hora de hacer la reserva telefónica, ya que sólo quedaba una mesa libre, la última. Os podéis imaginar como nos encontramos el local cuando llegamos.
O Celme es una casona de piedra restaurada, con muchos adornos y aperos de labranza. Cuenta con terraza exterior, tiene finca por si vais con niños para que puedan jugar. Dentro cuenta con varios comedores, vamos, que el local de pequeño nada. Y estaba completamente lleno, lo que hizo que estuviera más “impaciente” por comprobar sus viandas.
Nos sentaron en una mesa del comedor interior, por la parte de atrás. Era un comedor privado, ya que estaba diferenciado del otro salón. Una mesa para cuatro en un salón privado, menudo lujo,no?
Después de ponernos un poco al día sobre nuestras cosas y comentar sobre diferentes platos que íbamos viendo pasar a través de la cristalera para otras mesas. Hay que reconocer que si bien tardaron un poco en tomarnos la comanda (vamos a ser comprensivos ya que el restaurante estaba lleno) desde que tomaron nota, los platos llegaron bastante pronto.
Para esta primera visita, empezamos con una ensalada galega de rulo de cabra para ir abriendo boca. Fijaos que de todas las referencias que me habían dado del local, nadie me dijo nada de las raciones abundantes que aquí sirven.
Todo estaba bueno, la desilusión fue con el churrasco. Si bien es cierto que tanto con la ensalada (era enorme) como con las croquetas y los huevos rotos, ya estábamos bien (fuimos a cenar, tampoco es ponerse como kikos) el churrasco, del cual yo me declaro fan número 1, fue la nota disconforme de la cena. Qué pena!!
He vuelto un par de veces más, he probado la famosa hamburguesa de buey ( que de buey tiene lo que tengo yo de físico nuclear) Que manía hay en casi todos los sitios de llamar buey a lo que no es. Pero no se que será más delito, si que los locales pongan carne de buey en su carta, aún sabiendo que no lo es, o que nosotros, los consumidores, lo aceptemos aunque sepamos perfectamente que no es buey.
O Celme Galego es una coqueta tapería, con raciones muy abundantes, un plato para dos. Reservar antes de ir, sobre todo si es en fin de semana. Tienen menú del día. CONSEJO, cuando vayáis pedir platos acorde a una tapería, así saldréis contentos. Si ya nos metemos en otras fonduras, puede ser que, el resultado no sea todo lo esperado.
Valadares, 274, Camiño do Portal, 274,
986 46 10 46
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Puzzle De Bloques
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