Revista Deportes

O expediente X

Publicado el 06 agosto 2010 por Pberraondo

Uno de los flamantes fichajes de la reentré de Florentino Pérez en el Real Madrid fue el brasileño Ricardo Izecson dos Santos Leite, más conocido como Kaká. El astro brasileño había triunfado en el Milán, y ya Ramón Calderón lo había tenido constantemente en boca, pero no pudo cerrar su contratación. Algo que no se le resistió a un super-presi como Florentino. Faltaría más. De hecho no se le resistió ni a él ni a los 67 millones de euros que tuvo que desembolsar.

Silvio Berlusconi tiene que estar como loco de contento al ver lo que está pasando con la que fuera su estrella. Y eso que tuvo que enfrentarse a la ira de sus aficionados cuando anunció su salida de Milán. La temporada pasada Kaká estuvo en las antípodas de su mejor versión y el Real Madrid confiaba que este año sí se iba a ver en el Bernabéu al astro que fue fichado con el cartel de uno de los mejores jugadores del mundo. Confianza otorgada porque sabían que es un jugador al que no iban a poder dar salida (no hay ningún club que iguale el salario que recibe ahora ni que vaya a desembolsar al menos 50 millones de euros por un jugador de capa caída).

El problema ahora es el secretismo que rodea a la lesión de Kaká. Desde que llegó a la concentración de Los Ángeles ha dado que hablar por temas médicos. Llegó con informes de un médico personal de Sao Paulo y del médico de la selección brasileña. Todo el mundo especuló que eran segundas opiniones de sus galenos de confianza para establecer una pauta de recuperación para su lesión de pubis, pero bien podían ser informes que recogían la nueva lesión del jugador.

Con Kaká ejercitándose en solitario en el gimnasio, la prensa comenzaba a polemizar sobre el futuro rendimiento del brasileño, hasta que el Madrid hace público que se está montando en un avión camino de Amberes para operarse ¡de su rodilla izquierda!

Al parecer es el menisco y el ligamento lo que tiene tocado, y los servicios médicos del club, tras la operación, han estimado un periodo de recuperación que puede llegar a los cuatro meses. Y digo al parecer porque lo único oficial es que el jugador ha sido intervenido quirúrjicamente de su rodilla izquierda. No nos quieren contar nada más.

No sabemos si se hablan del menisco interno o externo, si tiene afectados los ligamentos (y qué ligamento) o por contra es cuestión del cartílago. Tampoco sabemos cómo se ha lesionado, y a uno le da qué pensar. Y pienso mal.

Puede que Kaká jugara el mundial infiltrado. Que tuviera molestias en su rodilla izquierda y con una inyección a tiempo aguantara todos los partidos de la selección canarinha (excepto el que tuvo que ver en la grada sancionado). Puede que tuviera una pequeña fisura que finalmente se convirtió en una lesión más grave, y que la ha ocultado a su club (que curiosamente es el que le paga y el que puso una ingente cantidad de dinero para que vistiera de blanco) como un adolescente retrasa la entrega de las notas en casa para retrasar el consecuente castigo.

Pero puede también que Kaká se lesionara jugando al pádel o al fútbol playa con sus amigos en una playa paradisíaca entre barbacoa y barbacoa. Sería grave también porque habría incumplido el reglamento interno del club. Y si de la misma manera ocultó la lesión hasta el último día, el error de Kaká es claro y debiera pedir perdón al club y a la afición, porque no va a poder defender sus colores hasta noviembre, por lo menos.

El jugador debe dar explicaciones públicas y enmendar su error. El primer paso es reconocerlo. Y el club debería tomar cartas en el asunto, porque lo único claro es que Kaká ha sido el fichaje más caro de la historia del club si analizamos su coste y su rendimiento.

Aún tendrá tiempo de demostrar Ricardo Izecson dos Santos Leite, por qué fue alagado como Kaká si no se quiere ganar otros sobrenombres facilones con un sencillo juego de palabras.

O expediente X



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