Protestas contra el gobierno de Maduro cobran dinámica irreversible
Miles de venezolanos salieron el lunes nuevamente a las calles para protestar contra el régimen de Nicolás Maduro, en una actividad bautizada como el Gran Plantón, y aunque en la manifestación había menos personas que las jornadas de la semana pasada, analistas opinaron que la población parece estar entrando en una etapa irreversible de insurrección.
"Esto ya es irreversible, esto ya no se detiene", dijo desde Montreal el asesor político Orlando Viera-Blanco, al explicar que la población venezolana ya ha llegado a un punto extremo de desesperación en que se pierde el miedo al poder represivo del gobierno.
"Creo que ese sentimiento [de luchar hasta el final] se sembró. El planteamiento de la movilización ya no tiene fin y la capacidad represiva del gobierno no sólo tiene limites materiales, sino que también tiene limites éticos [por parte de la fuerzas del orden]".
Es posible que en los próximos días se produzcan pausas breves en las protestas contra Maduro, acusado por la oposición de haber propinado un autogolpe, pero no pasarán muchas horas antes que los venezolanos vuelvan a las calles a exigir que el fin de la dictadura en Venezuela, agregó Viera-Blanco.
"Venezuela entró en una etapa de desenlace", comentó el ex candidato presidencial de la oposición Henrique Capriles, en una entrevista con el diario peruano El Comercio.
"Esto va a terminar en un proceso donde el pueblo se exprese [democráticamente]", agregó.
Bajo un intenso sol, miles cerraron las principales avenidas y autopistas de Venezuela, muchos de ellos vestidos de blanco y ondeando banderas del país.
Agentes antimotines dispersaron temprano con balas de goma y gases lacrimógenos pequeñas barricadas instalada en La California, en el este de Caracas, y en Nueva Esparta, en Isla Margarita, pero la jornada en general transcurre en calma.
La mayoría de las manifestaciones realizadas previamente este mes degeneraron en disturbios y enfrentamientos con las fuerzas de seguridad, que las dispersan con bombas lacrimógenas y balas de goma.
En algunos casos, acabaron en fuertes disturbios y saqueos por las noches.
La oposición exige elecciones generales y respeto a la autonomía del Parlamento, único poder público que controla, y asegura que seguirá en la calle hasta lograr "restituir el hilo constitucional".
"Nos plantamos para que Maduro entienda que se tiene que ir. Nos tiene pasando hambre. No consigo leche para mi bebé de 16 meses", dijo Amalia Durán, ama de casa de 41 años, vecina del popular barrio de Petare, en declaraciones transmitidas por la agencia AFP
Y las manifestaciones van a seguir indefinidamente hasta que los venezolanos conquisten la libertad, agregó Capriles, quien también es gobernador del estado Miranda.
"Las protestas pacíficas continuarán hasta que el señor Maduro respete la Constitución y cese su autogolpe. Si no hay respuesta de la narcocorrupta cúpula madurista, al finalizar la jornada de hoy anunciaremos siguientes acciones", advirtió el dirigente opositor.
Las protestas, que comenzaron el 1 de abril y han dejado un saldo de 24 muertos, se desataron después que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) se adjudicó las funciones del Legislativo. Aunque dio marcha atrás en esa decisión tras la presión internacional, la oposición exige la salida de Maduro del poder.
Cientos de miles de venezolanos salieron a manifestarse el 19 de abril en lo que muchos describieron como la mayor protesta realizada en Venezuela.
La del lunes fue considerablemente menor, pero los opositores insistieron en que eso no es una señal de deterioro en el ánimo de los manifestantes.
"La gente sigue movilizándose, sigue saliendo, el llamado es a que nos concentremos todos en la autopista Francisco Fajardo a realizar nuestra acción de protesta", dijo el diputado opositor Freddy Guevara.
Lo de hoy es un "ejercicio" para demostrar que "tenemos la disciplina y la organización de permanecer al menos todo un día en protesta [...] Venezuela se planta contra la dictadura [...] a pesar de la represión. No nos vamos a rendir", añadió.
Sintiendo la presión del creciente descontento social y de una opinión de la comunidad internacional cada vez más adversa sobre su gobierno, Maduro dijo el domingo querer "elecciones ya". Pero esos comentarios estaban dirigido solamente a los comicios de gobernadores, postergados y que debieron celebrarse en diciembre pasado.
Esa oferta se ve sólo como una táctica dilatoria de Maduro para negar la exigencia de la oposición de realizar este año elecciones generales, incluida la presidencia.
Viera-Blanco dijo que Maduro tiene en estos momentos dos opciones, ceder a la exigencia de las elecciones generales, que en esencia se trataría de una salida ordenada de su gobierno, o seguir resistiendo hasta que llegue el momento en que la población, en su desesperación, termine sacándolo a la fuerza.
"O maduro anticipa su salida, y le da tiempo a llamar a un proceso de elecciones generales bajo los términos de la oposición, asegurándose una salida ordenada, o sencillamente esto se lo va a llevar por delante", dijo el analista.
Más del 80 por ciento de los venezolanos rechaza la gestión de Maduro, asfixiados por una crisis económica con severa escasez de alimentos y medicinas y la inflación más alta del mundo.
Antonio María Delgado @DelgadoAntonioM
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