Oasis en el Sáraha tunecino.

La ruta de los oasis por Túnez incluye cinco regiones imprescindibles en las que te sumergirás en un impresionante océano de dunas.

En el desierto del Sáhara, los turistas pueden disfrutar de una de las mejores rutas de oasis que existen en el mundo a lo largo de cientos de kilómetros. En estos territorios se puede disfrutar de paseos en calesa, excursiones a lomos de uno de los dromedarios que campan a lo largo y ancho de la región o incluso pasar una noche al raso contemplando las estrellas.

En esta ruta, el viajero descubrirá paisajes impresionantes en las zonas de Chott el Jerid, Ksar Ghuilane, Matmata, Tozeur y El Lagarto Rojo.

Oasis de Chebika. Túnez.

Chott el Jerid. A lo largo de sus más de 100 kilómetros se pueden visitar oasis como el de Chebika o las gargantas de Seldja o Tamerza, dos impresionantes cascadas en las que apenas se nota la presencia del hombre. El viajero que llegue hasta Saafrane podrá montarse a lomos de uno de los cientos de dromedarios que esperan a los turistas en el arcén de la carretera. Muy cerca se encuentra también el Oasis de Mides o Cañón de Mides.

Ksar Ghuilane. Esta fuente de agua tibia espera al viajero que sea capaz de recorrer toda la carretera. Se encuentra en un pueblo de distribución militar, donde se encuentra un obelisco conmemorativo de la victoria del general Leclerc sobre los ejércitos alemanes.

Matmata. El paisaje de esta ciudad combina las casas más tradicionales del país, de arquitectura bereber, con capillas y pozos cuyos pasillos llevan a una red de habitaciones excavadas en el subsuelo. En esta zona encontramos también Tataouine, donde podemos descubrir, a lo largo de la carretera de los “ksour”, Ksar Ouled Soltane, Ksar el Ferch o Ksar Haddada.

Tozeur. Su palmeral es uno de los más grandes del país, situado en la que se ha llamado históricamente la región de los dátiles (Bled el Jerid). Para el que no quiera continuar a pie, aquí se organizan pequeños viajes en calesa o en bicicleta.

El Lagarto Rojo. No podía faltar como colofón a la visita un recorrido en el tren del Lagarto Rojo, fabricado en Francia hace más de cien años, para conocer las montañas del norte de Tozeur. Este tren de madera se mueve lentamente entre las gargantas del Oued Seldja al principio de Metlaoui.

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