![](http://m1.paperblog.com/i/42/429411/obama-o-cristina-L-73Aozn.jpeg)
Llama la atención que los comentaristas políticos no hayan considerado la ligazón entre la decisión del gobierno de declarar un conflicto con su par de Estados Unidos por la incautación del material no declarado en el avión norteamericano, con el asunto del contrabando de cocaína de ex miembros de la fuerza aérea argentina que fue develado en España. Ocurre que mientras la Justicia de España tiene distanciado al gobierno de Argentina de la investigación, no ocurre lo mismo con la DEA o con el FBI, para quienes no parece regir el secreto del sumario. Se podría sospechar o suponer que el gobierno de CFK espera alguna ‘sorpresa' por este lado, con implicancias en la perspectiva electoral. Las andanzas de Twitterman podrían interpretarse, entonces, como una apertura preventiva del paraguas. El experto internacional Gabriel Tokatlian, describió en Clarín el descontento de Estados Unidos con la posición de Argentina de no implicar a las fuerzas armadas en operaciones contra el narcotráfico, pero no menciona que en Madrid se está ventilando la operación inversa: una implicancia de militares de Argentina con el negociado de estupefacientes. En su momento, Chávez echó a la DEA, el organismo de combate al narcotráfico de Estados Unidos; los K responden al acoso norteamericano sobre el mismo tema desde una posición más módica -con una incautación de material. Todo indica que los tribunales ocuparán un lugar más relevante que la televisión en la próxima campaña electoral, a pesar -incluso- de la ley de medios.
Todo este escenario no alcanza, sin embargo, para rebobinar un escenario de Braden o Perón, simplemente por la enorme atadura que tienen la burguesía criolla y el gobierno K con el imperialismo yanqui y el capital financiero internacional. Una campaña electoral con el lema Obama o Cristina tendría que apoyarse en hechos, como el retiro de las tropas argentinas de Haití, la ruptura de las operaciones conjuntas de entrenamiento con el Comando sur del Pentágono, la anulación de la ley antiterrorista -y, por último, la disposición a tomar medidas económicas contra el capital financiero, ya que la respuesta a esta crisis de parte del capital mundial y de sus Estados sería una fuga de capitales aún mayor que la que está ocurriendo en este mismo momento. Ni la burguesía K, que ha salido presurosa a endeudarse en el exterior, para aprovechar el diferencial entre las tasas de interés que se pagan afuera y la tasa de beneficios que se obtiene adentro, respaldaría un choque con el imperialismo; sería la gota que la empujaría al campo opositor. Esto explica la firmeza de la oposición para defender la versión mentirosa de los yanquis sobre el contrabando de equipos sensibles en el avión incautado, con la excepción limitada de Ricardo Alfonsín. Como nos tiene habituado el nacionalismo burgués criollo, detrás de los gritos histéricos del canciller, y ni qué decir del jefe de Gabinete, se esconde un apasionado deseo de compromiso, o sea de capitulación. El compromiso reforzará la convicción del matón del norte de que podría poner a su pollo en octubre, se llame Macri, Duhalde o Sanz -un triángulo de mediocridades.
A partir de esta caracterización, llamamos a acentuar la denuncia de la penetración norteamericana en los servicios de seguridad y en el Estado argentino, y a reclamar la expulsión de todas las misiones que operan aquí y la ruptura de la colaboración política internacional con el imperialismo yanqui. Sobre esta base llamamos, por sobre todo, a desarrollar un polo político independiente de los trabajadores, advirtiendo que la más mínima confianza en el gobierno y en los K en general, es una vía segura para la derrota.
J. A.