El gobierno de Obama anunció el martes que Estados Unidos utilizará todas las herramientas de la diplomacia estadounidense, incluyendo la restricción de la ayuda exterior, para promover los derechos de gays y lesbianas en todo el mundo.
En un memorando emitido por el presidente Obama en Washington y en un discurso pronunciado por la secretaria de Estado Hillary Clinton aquí, el gobierno se comprometió a luchar de forma activa contra las acciones de otras naciones que penalizan la conducta homosexual y discriminan a gays, lesbianas, bisexuales o personas transgénero, o ignoran el abuso en contra de ellos.
“Algunos han sugerido que los derechos de gays y los derechos humanos son cosas distintas”, dijo la señora Clinton en el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en Ginebra, “pero en realidad son una misma cosa”.
Ni Obama ni la señora Clinton han especificado como van a hacer para recortar las ayudas a países que criminalizan la homosexualidad.
Sin embargo, plantear la cuestión de tanta importancia en la agenda de la administración de la política exterior es importante, simbólicamente, al igual que el énfasis del ex-presidente Jimmy Carter en materia de derechos humanos.
Durante el discurso, Clinton recalcó que la situación de Estados Unidos en materia de derechos civiles de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales “no es la perfecta.”
Con una campaña electoral ya iniciada para las elecciones presidenciales de 2012, el anuncio de Obama no puede, si no, recabar un buen puñado de apoyos de votantes LGTB que además se sienten satisfechos con la mayor parte de políticas adoptadas por la administración Obama.
El presidente ha estado en primera linea de batalla para la eliminación de la ley “Don’t Ask, Don’t Tell” que discriminaba a gays y lesbianas en el ejército. Además, Obama también ha declarado su disconformidad con la ley “DOMA” que impide el reconocimiento legal de los matrimonios homosexuales por parte del gobierno federal.
La iniciativa de la administración ha causado la indignación de algunos líderes republicanos, como es el caso del gobernador de Texas, Rick Perry que dijo “El presidente Obama ha vuelto a confundir la tolerancia de Estados Unidos por diferentes estilos de vida con un aval de esos estilos de vida. No voy a cometer el mismo error.”
El presidente del Reino Unido, David Cameron también anunció semanas atrás que cortaría o reduciría la ayuda a todos los países que atenten contra la dignidad del colectivo homosexual. Pero falta matizar también como se van a llevar a cabo estos recortes.
Algunos países que dependen de la ayuda exterior, como es el caso de Uganda, ya han dado marcha atrás en algunas de sus políticas tras recibir las advertencias de países europeos e instituciones internacionales.
Quizás el recorte o la eliminación de la ayuda para estos países sea la forma más efectiva de garantizar que se respeten, al menos en lo que refiere a legalidad, los derechos de gays, lesbianas transexuales y bisexuales, que en muchos de ellos incluyen la pena capital.
A finales de 2011, los países que todavía castigan la homosexualidad con la pena de muerte son: Sudán, Mauritania, Somalia, Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Yemen e Irán.
Al menos otros 75 países disponen de legislaciones de criminalizan de un modo u otro la homosexualidad incluyendo penas de cárcel severas, trabajos forzados y la cadena perpetua. Algunos de estos son: Argelia, Egipto, Libia, Marruecos, Túnez, Gambia, Ghana, Guinea, Liberia, Nigeria, Senegal, Togo, Angola, Camerún, Uganda o kenia.