Obara Iroso.
Obara Koso.
Cuentan los ancianos, que muy cerca de la aldea comenzó a reproducirse un árbol de una belleza especial, con un tronco no muy grueso pero de gran follaje y un colorido muy llamativo, que además, tenía gran alturas. Las aves se acercaban con curiosidad para probar el fruto de colores vivos y variables entre rojizo, verdes y amarillos muy intensos, pero al pisar sus ramas un líquido pegajoso les ayuntaba.
Las personas comenzaron a reunirse frente al árbol de singular belleza, maravillados por la variedad de sus colores, su tamaño y aroma de sus flores. La multitud, con gran curiosidad iba observando sus cambios y cada vez despertaba más curiosidad al punto de preguntarse por qué si era tan vistoso y llamativo no lo podían usar para beneficio del pueblo y que consecuencias tendría si consumieran los frutos del árbol maravilloso.
La historia narrada por los ancianos dicen que en lo interno del árbol se llevó a cabo una reunión, motivado a la incesante observación y comentarios de los habitantes del pueblo.
-Estimados hermanos, la contemplación de los humanos nos preocupa, pues ellos quieren saber si pueden cortar muestras ramas, comer nuestros frutos y acabar con todos nuestros componentes, es necesario que vayamos a pedir consejo al sabio sacerdote. Exclamó como mucha preocupación la Savia del árbol.
En medio de la discusión, intervino el fruto quien era uno de los más admirados y observados y quien además tenía un carácter muy fuerte y arrogante dado a sus pigmentos de singular belleza.
-No entiendo, ¿cuál es la preocupación, es que acaso no hemos vistos los avances de la naturaleza que nos dio el ser y la vida para reproducirnos por la tierra? – Exclamó el fruto con una mirada prepotente sobre sus demás compañeros. – No creo que tengamos que ir a donde ningún sabio, en lo particular, yo sabré que hacer cuando llegue el momento de enfrentar las pretensiones de los humanos, para mí, no cuentan como enemigos, aquellos ilusos que temen de cuanto extraño ven en sus aldea.
Ante tal aseveración, los demás componentes del árbol se alborotaron y con justa razón, pues el Marañón solo estaba pensando en él y por él, a lo que la asamblea les llevó a castigar al Marañón para que fuera donde el sabio Orúnmila y diera la solución, para enfrentar las amenazas de los humanos.
-Por tu mala acción de pensar solo en ti, deberás ir tú solo hasta donde el sabio anciano Orúnmila, consultar su oráculo y traer la solución a nuestro dilema. No puedes tú, pensar solo en ti, tu prepotencia y falta de carácter nos puede perjudicar a todos. Así que ve y trae la solución.
En medio de una gran molestia, el Marañón comenzó a reflexionar y mientras lo hacía le sobrevino un sentimiento de culpa por lo que había pasado, y su color fue cambiando hasta llegar a la casa del Sabio.
-Orúnmila yo soy el Marañón, y vengo en representación de mi comunidad a consultar a Ifá, ya que los hombres del pueblo nos ven con gran curiosidad, preguntándose que podrían hacer con nosotros. Mis vecinos y amigos temen por su futuro.
Orúnmila, se dispuso a consultar Ifá y con el Ókpéle fue revelado el Odu Obara Iroso quien ocupa el número 111 del orden en el corpus de Ifá.
-Sabrás que hasta los reyes más poderosos de la tierra tendrán dudas e incógnitas en su vida, no por ser reyes tendrán sabiduría, Así pues, que hasta los reyes necesitaran concejos y deberán obedecer a Ifá, pues Ifá es la forma de vida que mantendrá la paz entre los seres vivientes de la tierra. Los hombres que hoy te contemplan, mañana te acecharan y luego de un par de días te comerán y cumplirás la verdadera misión, esa misión, será la que te dará fama y respeto. Para poder salvarte y logra el respeto, deberás hacer ebbo de inmediato, logrando que tus enemigos no te liquiden solo por la avaricia y el capricho.
Marañón, escucho muy bien las palabras del anciano, pero de repente se fue encendiendo en ira tratando de disimular sus sentimientos, le respondió a Orúnmila.
-Sabrás que a mí, no me hace falta hacer nada de eso que me dices, pues yo, tengo el poder de cerrar mi boca y nada ni nadie podrá hacerme nada, me mantendré firme y me salvaré. Ese concejo no es conmigo, el Ebbo que lo hagan mis vecinos y amigos.
Con otro color más encendido salió de la casa del sabio el Marañón.
Esú Odára quien siempre frecuentaba la casa del anciano, entró en el momento en que el arrogante Marañón le contestaba con sus peculiar antipatía a Orúnmila, a los que preguntó de manera inmediata.
-Querido padre, ¿quién es ese que osa ignorar los consejos de Ifá? – A lo que el sabio respondió con poco ánimo y dejo de tristeza: Ese es el Marañón, quien no está dispuesto a realizar sacrificio alguno, su arrogancia y prepotencia le podrá traer grandes desgracias, deshonor e infortunios.
Los días pasaron y los hombres se encontraban reunidos en más cantidad, hasta el mismo rey llevado por la curiosidad asistió a la reunión entorno al árbol. Marañón, les comentó a sus vecinos y amigos el dictamen de Ifá y todos corrieron a realizar el sacrificio, menos Marañón.
Esú Odára entonces llego y recordando el desagravio de Marañón para con Ifá se coló entre la multitud y comenzó a pregonar.
-¿Qué le pasa a mi gente bella?- Dijo el simpático hombre de peculiar alegría. ¿Cuáles son las preguntas que no les permiten avanzar en un día tan bello como el de hoy?
Tomando la palabra, tal vez con algo de pena por ser quien era y no tener respuestas para su pueblo, le contestó el rey.
-Esú queremos saber si este árbol tiene algo bueno para nosotros, ¿será que podemos talarlo para usar su madera? O ¿será que podemos usar sus hojas para pintar nuestras telas? O tal vez sus frutos podrán alimentarnos.
Esú Odára, se recostó del árbol y comenzó a decirle a la gente.
-La madera de este árbol es una madera muy noble pero solo cuando este haya alcanzado su madurez en el tiempo, pues el tiempo hace la madera buena quede y la madera mala se pudra – Tomó entre sus manos suavemente las hojas y acariciando a unos niños cercanos le dijo. Sus Hojas son medicinales y cuando los más pequeños estén irritados de sus gargantas deberán tomar solo unas cuantas para hacer infusiones con sus hojas, así como para calmar males digestivos como dolores de estómagos. Podrán teñir sus telas con la Sabia que deben recolectar con gran discreción y prudencia.
De repente tomó las frondosas ramas donde habitaba por miles el Marañón, y dijo con voz fuerte.
-Pero cuando quieran alimentarse de este árbol, solo tendrá que sacudir sus ramas cargadas de Marañón!, separen la fruta blanda del seco fruto, cuando este mas rojizo, con la parte blanda se refrescaran en los días de calor y con la parte dura se alimentarán, luego de ponerlas al fuego para tostar y disfrutar de su dureza ridícula e insolente – Luego agregó con una expresión irónica; Ya ven ustedes que hasta el rey vino a recibir consejo, hoy les dejo uno para todos, la desobediencia y la arrogancia avivará el fuego de tu destrucción dejándote sin honor ni glorias. Ase.
Según este Pataki, Obara Iroso nos aconseja en primer lugar que la prepotencia es algo que lejos de ayudarnos, nos perjudica enormemente, no solo a uno como persona, sino a la comunidad con la que convivimos. En algunas ocasiones sin darnos cuenta, no somos capaces de dominar nuestro propio carácter llevándonos a reflejar algo que no somos, bien sea para bueno o bien sea para malo, así que hay que estar muy pendientes de ese aspecto.
Otro punto que debemos resaltar, tiene que ver con los cambios de humor o puntos de vista. Muchas personas no nos ponemos de acuerdo ni siquiera con nosotros mismo poniéndonos de un humor de perros. Si seguimos actuando de esta forma alejaremos de nuestro entorno a las buenas energías que conspiraran a favor de nuestra felicidad y prosperidad.
También es importante resaltar que, según Obara Koso, tenemos un lugar en el ciclo existencial, una función específica, un destino. Antes de tomar decisiones que tienen que ver con nuestro futuro, debemos tener claro nuestras metas, los recursos con los que contamos para lograr estas metas y que perseguimos con el cumplimiento de esas metas, ya que siempre estaremos rodeados de personas curiosas con la intensión de ver, que provecho sacan de nosotros.
La envidia es algo a lo que siempre vamos estar expuestos, así, no seamos lo suficientemente triunfadores. Cada vez que las personas se les despierta la curiosidad por el funcionamiento de algo o el desenvolvimiento de alguien estaremos a merced de la envidia, esto podemos enfrentarlo primero con el ebbo y segundo con la disposición de buen carácter mediante la formación espiritual y mental, para esto el consejo sabio de Ifá será determinante igual que su respectivo sacrificio.
Así que si usted se encuentra regido por este Odu, tenga la suficiente Humildad de para y reconocerse como un ser humano normal igual que los demás integrantes de su familia y comunidad, evitar lo inevitable le llevará a perder tiempo y bendiciones, lo más importante antes que eso es, aceptar su destino y ganar el respeto y admiración, esto hará que sus enemigos lo piensen muy bien antes a atentar de manera caprichosa en su contra.
Recuerde que hasta los reyes necesitan de un buen consejo, y quien más que Ifá mediante Orúnmila le puede aconsejar, lo que resta es hacer ebbo para ganar lo material pues lo filosófico dependerá de usted.