La obediencia es uno de los mandatos más claros en la Biblia. Vemos muchos ejemplos de personas que obedecieron y Dios les premió. Vemos otros que al desobedecer fueron perdonados pero no escaparon las consecuencias de su desobediencia como el rey David y hay otros que desobedecieron y fueron perdonados y no llevaron consecuencias.
Dios nos perdona todo el tiempo y a veces nos quita el dolor que la desobediencia puede traer sobre nosotros, pero a veces no es así y tenemos que llevar las consecuencias.
Algunas pruebas que se nos presentan en la vida llegan sin explicación otras son la consecuencia de desobedecer la palabra. Ya sabemos que si comemos mucho (gula) engordamos y si engordamos mucho podemos desarrollar enfermedades, estas están directamente relacionadas a nuestro acto. En otros casos, como mi amiga Noemí quien ha sido diagnosticada de cáncer en el cerebro, nunca hizo nada para “llamar” la enfermedad.
Cuando pasamos por pruebas causadas por la desobediencia es importante pedir perdón, sabiduría y asumir responsabilidad y más que todo escuchar a Dios para aprender la lección en humildad. Dios siempre nos ama, su amor es incondicional y siempre esta con nosotros, tomemos tiempo para sentir su amor aun en tiempos de prueba para recargarnos y llevar la prueba mas fácilmente.
La desobediencia trae consecuencias, nunca hay que olvidar esto. Dios no nos castiga cuando desobedecemos, nosotros nos castigamos al cosechar las consecuencias de nuestras acciones, pero claro esta puede en ocasiones haber castigos.