El aumento del sobrepeso y la obesidad, y de sus consecuencias como la diabetes, no sólo pone en riesgo el futuro de un país al comprometer la salud de la población, también pone en riesgo sus finanzas públicas.
Es el caso de México, donde el Estado ya no tiene la capacidad de enfrentar las consecuencias de la epidemia de obesidad, donde decenas de miles de personas mueren al año por no poder recibir la diálisis que requieren. A pesar de ello, las empresas se resisten a la implementación de políticas efectivas que modifiquen las condiciones que han generado esta emergencia.
Alejandro Calvillo, director de El Poder del Consumidor.