El reto no es pasarnos la vida haciendo dieta sino: Cambiar nuestra relación con la comida.
- Dignificarla.
- Concederla la suficiente importancia.
- Tomarnos el tiempo necesario que precisa.
- Aportar conciencia plena, darnos cuenta, evitar distracciones.
- Disfrutarla al máximo y paladearla todo lo que podamos. Estimular nuestro cerebro para que se entere de que estamos comiendo.
- La importancia del agradecimiento, tomar conciencia del privilegio de tener comida en el plato antes de empezar a comer, tomarnos un instante.
La masticación correcta es más fácil si aplicamos conciencia y la disfrutamos.
Mejorar lo que comemos, potenciar los alimentos vegetales, y los productos frescos y de temporada.
Añadir sabor, usar especias, siempre es una opción que nos hará disfrutar y paladear más.
Tomar conciencia de los caprichos culinarios y concedérnoslos con la frecuencia que previamente estimemos.
Siempre es posible mejorar la forma de alimentación.