Hoy se celebra el Día Mundial de la Discapacidad, por ello hemos querido dedicar este artículo a concienciar sobre el problema del sobrepeso entre este colectivo.
Según diferentes estudios, el porcentaje de sobrepeso y obesidad es mayor entre el colectivo de personas que padecen discapacidad intelectual.Se trata de un tema delicado puesto que a pesar de que la obesidad no tiene relación directa con la discapacidad sí que lo tiene el estilo de vida que suelen llevar las personas que la padecen. Según la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO) el Índice de Masa Corporal (IMC) es cuatro veces mayor entre personas con discapacidad que entre personas de su misma edad sin discapacidad.Algunos de los motivos que se atribuyen a este hecho son:.La falta de opciones para una alimentación equiilibrada y saludable..Dificultad para masticar o tragar alimentos, o su sabor o textura..Los medicamentos que, en ocasiones, pueden contribuir al aumento de peso, pérdida de peso, y cambios en el apetito..Las limitaciones físicas que pueden reducir la capacidad de una persona para hacer ejercicio..La falta de energía/vida sedentaria.La falta de recursos (apoyo social de la familia y amigos, recursos económicos, etc..).El sobrepeso y la obesidad afectan a la salud en general de cualquier persona, pero para el colectivo de personas discapacitadas puede suponer una barrera más y afectar a su calidad de vida en general.¿Qué se puede hacer al respecto?La obesidad es un problema complejo. Se trata de una enfermedad multifactorial que tiene como base la necesidad de llevar a cabo un cambio de hábitos alimenticios y de estilo de vida que ayude a deshacerse de los kilos de más; un cambio que resulta mucho más sencillo de realizar con la ayuda de un buen equipo médico y tratamientos que permitan hacer ese recorrido de forma más eficaz.En el caso del colectivo de personas discapacitadas los familiares o amigos deben prestar especial atención y evitar que la persona coja sobrepeso, promoviendo unos hábitos saluldables en el hogar y la práctica de ejercicio físico. El apoyo y la concienciación del entorno familiar sobre el problema del sobrepeso es fundamental para evitar que la obesidad suponga un obstáculo más en la vida de la persona discapacitada.