Obituario: Jesús Jiménez / Cuando fuimos fieles a nuestros sueños de juventud

Jesús Jiménez, en Águilas, en marzo de 2020

Hace 42 años, Jesús Jiménez y yo empezamos de meritorios en Radio Juventud de Murcia. Llegamos casi a la vez a aquella emisora fascinante, mágica y transversal, que dirigía Adolfo Fernández, con la ilusión de intentar labrarnos un porvenir. Claro que eso lo descubrimos más tarde, porque al principio lo que queríamos era divertirnos y, luego, aprender de los veteranos y resultar útiles de alguna forma.

Con el tiempo, Jesús se fue adentrando en el área técnica, mientras yo aposté por la vertiente informativa. A finales de los 80 coincidimos en Teruel, a donde lo destinaron, ya que yo frecuentaba la capital desde Alcañiz, cuya emisora de RNE dirigí por entonces durante un par de años. Era habitual que en mis viajes a la ciudad del torico me hospedara en su casa, en un gesto más de generosidad para conmigo del fraternal amigo. En esos días de vino y rosas coincidimos con magníficos profesionales con los que, además de trabajar en el oficio, compartíamos interminables charlas, cenas y copas nocturnas. Era el caso de Pepa Bueno, actual directora del diario El País, y de Teo Lozano, María Jesús Álvarez, José Miguel Blasco, Fran Osambela, José Antonio García… Y tantos otros a los que no menciono pero que también recuerdo de manera entrañable.

Tras su paso por RNE en Alicante, Jesús regresó a la emisora de Murcia con un bagaje y una experiencia acreditadas, por lo que fue designado como responsable de emisiones. Siempre que lo busqué, lo encontré. Desinteresada e incondicionalmente me ayudaba por sistema en cuantos proyectos le planteaba. Por eso, al recibir el mazazo de su repentina marcha a los 59 años, me he quedado noqueado como un boxeador que no ve venir el golpe. Además, paradojas del destino, la noche de este sábado, Jesús y yo teníamos una cita. Nunca pude imaginar que, al final, nos encontraríamos donde lo vamos a hacer. 

Quien me conoce sabe bien que siento su muerte en el alma y que me uno al dolor de su mujer, María del Mar, de sus hijos y del resto de su familia. Y que no encontraré sentido a casi nada cuando, dentro de unos días, vuelva a la radio y no lo encuentre sentado en el control del estudio y no podamos volver a hablar de lo que fuimos cuando queríamos ser fieles a nuestros sueños de juventud.

[‘La Verdad’ de Murcia 31-7-2022]