Revista América Latina

Objeción de conciencia de un valiente soldado: La historia del conscripto Michel Nash

Publicado el 11 septiembre 2025 por Adriana Goni Godoy @antropomemoria

Objeción de conciencia de un valiente soldado: La historia del conscripto Michel Nash

Objeción de conciencia de un valiente soldado: La historia del conscripto Michel Nash

Por Michel Nahas Miranda

11.09.2025 / 10:45

Objeción de conciencia de un valiente soldado: La historia del conscripto Michel Nash

A 52 años del golpe de Estado, la historia de Michel Nash vuelve a resonar en Chile. Mencionado en 2024 por la ministra Antonia Orellana. Su gesto de conciencia reaparece hoy, en plena temporada electoral.


Esta nota fue escrita por el sobrino de Michel Nash (y reeditada en 2025).


Objeción conciencia valiente soldado: historia conscripto Michel Nash
Objeción conciencia valiente soldado: historia conscripto Michel Nash

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Cincuenta y un años más tarde, su historia volvió al Congreso, esta vez en voz de la ministra de la Mujer y Equidad de Género, Antonia Orellana. Fue en junio de 2024, mientras defendía el derecho a la objeción de conciencia en medio del debate sobre la ampliación del aborto hasta las 14 semanas —proyecto que en 2025 avanza entre tensiones en la Cámara y el Senado—, citó su ejemplo para recordar que la libertad de negarse no es un privilegio, sino un límite esencial frente al poder.

Nash tenía apenas 19 años cuando rehusó participar en operativos de represión tras el golpe militar. Su negativa, anclada en principios, terminó costándole la vida en Pisagua. Hoy, cuando ya se cumplen cincuenta y dos y el país discute nuevos temas en una álgida temporada de elecciones, su decisión vuelve a la memoria nacional.https://www.instagram.com/p/DObjURHjh8j/embed/captioned/?cr=1&v=14&wp=540&rd=https%3A%2F%2Fwww.cnnchile.com&rp=%2Fpais%2Fmichel-nash-historia-objecion-de-conciencia_20250911%2F#%7B%22ci%22%3A0%2C%22os%22%3A19647.09999999404%2C%22ls%22%3A4609.399999991059%2C%22le%22%3A9621.199999988079%7D

Retrato de Michel Selim Nash Sáez
Michel Selim Nash Sáez / 18 años

Su historia

El primero de julio de 1954, Michel Selim Nash Sáez dio su primer aliento. Creció en el seno de una familia de ascendencia siria, compuesta por su padre Michel Nash, su madre Ana Sáez, ambos comerciantes, y su hermana Leila. Pasó su infancia empapándose del ánimo colaborativo social que caracterizaba a la zona de Santos Dumont, en Recoleta. La militancia comunista de su padre llevó al joven Nash a enrolarse tempranamente en las filas del Partido Comunista.

Leila recuerda a su hermano como un pequeño gran protector. A sus siete años, lo vio enfrascarse en una pelea a puños con otro niño porque le tiró el pelo y la botó simplemente porque no le gustaba su aspecto físico. “Aunque hoy sería considerada una actitud machista, recuerdo con cariño la manera sobreprotectora en que me decía que no iba a permitir que tuviese pareja, al menos hasta cumplir la mayoría de edad. De alguna manera, me hacía sentir muy querida”, recordó.

En su adolescencia, Michel asumió un rol activo en las Juventudes Comunistas, colgando propaganda y cumpliendo tareas diarias en favor del partido.

Un adiós sin despedidas

A sus 18 años (junio de 1972), fue llamado a presentarse al servicio militar en el Regimiento Granaderos N.º 2 de Iquique. Sin miramientos, aceptó la tarea encomendada “para ayudar al Presidente Salvador Allende” y en abril de 1973 emprendió viaje en tren al norte. Fue un adiós sin despedidas. Nadie pensó que esa sería la última vez que se verían. Una llamada telefónica y dos cartas fue todo el contacto que pudieron sostener a lo largo de esos meses.

En sus cortos mensajes, Michel contó algunos hitos de su estancia en el regimiento como, por ejemplo, que aprendió a conducir carros de transporte de personal blindado (A.P.C. por sus siglas en inglés), permitiendo leer el entusiasmo y la emoción que por esos días embargaban al joven conscripto.

Objeción de conciencia de un valiente soldado: La historia del conscripto Michel Nash
Carta de Michel Nash a su familia desde el regimiento de Iquique, un mes antes del golpe de Estado, agosto de 1973.

Luego del “tanquetazo” del 29 de junio de 1973, a días de su cumpleaños, escribió la segunda y última carta de puño y letra que su familia vería. En ella relató que había un cambio en el Ejército y que ahora lo trataban “con la punta de la bota y, en el mejor de los casos, con un palo”. Manifestó que quería mucho a sus papás y que, por favor, le contaran más de Leila.

“Sus palabras son lo que más necesito, ¿me han olvidado acaso? (…). Probablemente pueda volver definitivamente a la casa en diciembre o enero ¡ojalá!”, dijo Nash en su escrito.

Luego de eso, silencio.

Objeción de conciencia de un valiente soldado: La historia del conscripto Michel Nash
Carta de Michel Nash a su familia desde el regimiento de Iquique, un mes antes del golpe de Estado, agosto de 1973.

Abatido en fuga: algo no encajaba

11 de septiembre de 1973. Estalla el golpe de Estado en Chile, el Presidente Salvador Allende muere en La Moneda y el Ejército se hace del poder.

Michel, desde su regimiento en el norte, manejaba poca información de lo que sucedía. Poco después entendió la gravedad de los hechos al recibir la instrucción de participar en una serie de allanamientos y detención de personas en Iquique.

De acuerdo con los registros, el joven Nash se negó a cumplir las órdenes y, en vista de ello, se le ofreció la opción de ser dado de baja, lo que aceptó.

En una cruel ironía, una vez que abandonó el regimiento fue detenido y, el 12 de septiembre, llevado al campo de retención de Pisagua. La aprehensión no fue comunicada a la familia; Ana Sáez se enteró cuando viajó a intentar verlo.

Leila ha pensado muchas veces en las cosas que pasaron ese día; a veces se pregunta si su hermano fue demasiado ingenuo o simplemente demasiado bueno como para identificar que “el Ejército no lo iba a dejar ir así no más”.

Objeción de conciencia de un valiente soldado: La historia del conscripto Michel Nash
Michel Nash ejerciendo labores militares en el Regimiento Granaderos (de espaldas, mirando hacia la izquierda).

Michel pasó varios días encerrado junto a más de un centenar de reos, entre ellos el fallecido comediante Jorge “Chino” Navarrete, con quien pudo conversar un par de veces. Muchos de los presos que compartieron esos días con él en Pisagua desconfiaron en un comienzo y lo aislaron. Lo “lógico” era pensar que podía ser un infiltrado por ser conscripto.

El 29 de septiembre de 1973, a primera hora, un oficial llegó al recinto y nombró a seis internos para desarrollar trabajos en el exterior. Entre los convocados figuraba Michel, quien estaba muy disminuido físicamente debido a torturas. Varios compañeros se ofrecieron para salir en su lugar; la orden no cambió.

Ese mismo día, el joven Nash fue ejecutado bajo el argumento de intento de fuga, junto a otros cinco prisioneros. Su cuerpo jamás fue encontrado, pese a los esfuerzos de su familia por darle sepultura. Tras la muerte de sus padres, sin conocer toda la verdad ni encontrar justicia, Leila mantiene viva la memoria de su hermano.

Décadas después, el juez Mario Carroza estableció la falsedad de la versión entregada por el Ejército. Carroza llegó al convencimiento de que los seis detenidos fueron escogidos en forma selectiva y, como también lo consignó el Informe Rettig, “asiste la convicción de que Nash y los otros cinco ejecutados fueron víctimas de grave violación de sus derechos humanos, cometidas por agentes del Estado”.

Fosa común descubierta en 1992 en Pisagua; monumento conmemorativo posterior
Fosa común descubierta en 1992 (Pisagua) | Monumento levantado años después.

Una mañana de malas noticias

Los días posteriores al aviso de que Michel había sido detenido y enviado al campo de concentración de Pisagua, Leila amanecía de malas pulgas. Esa semana salió muchas veces a caminar sin destino claro; solo deambulaba por el barrio.

Desde el 11 de septiembre contó haber visto atrocidades fuera del portón de su casa cuando caía el toque de queda. “Recuerdo con claridad el ruido que hacía el escobillón cuando barrían la sangre del asfalto por la mañana”, relata. “Eso no era un antecedente esperanzador de lo que podía pasar con mi hermano, así que en vez de quedarme ahí con ellos —sus papás—, prefería hacer cualquier otra cosa”.

30 de septiembre de 1973. Leila se levantó temprano y salió sin rumbo. Michel —padre— y Ana siguieron su rutina hasta que un oficial del Ejército tocó la puerta. Debía llevar a Michel padre a reunirse con el entonces coronel y posterior director de la Central Nacional de Informaciones (CNI), Humberto Gordon. La reunión fue escueta: se le informó que su hijo había sido abatido tras intentar fugarse durante un trabajo forzado.

Sin ceremonia ni consuelo, Michel padre volvió a casa para dar la noticia. Esa mañana, antes de regresar, Leila aún gozaba minutos de ignorancia antes de que su vida cambiara de golpe.

Homenajes para el “valiente soldado”

Tras 44 años de búsqueda, Ana Sáez falleció el 28 de julio de 2018. Varias veces le manifestó a Leila su último deseo: que sus cenizas fueran esparcidas en Pisagua, el último lugar donde se vio con vida a su hijo Michel, como cierre simbólico a su búsqueda.

Objeción de conciencia de un valiente soldado: La historia del conscripto Michel Nash
Cenizas de la madre de Michel Nash fueron esparcidas en el mar de Pisagua, para el reencuentro con su hijo amado.

El nombre de Michel Nash integra la memoria colectiva del país. Cada 29 de septiembre las redes sociales recuerdan “al valiente soldado” y la convicción que le costó la vida.

A 70 años del nacimiento de aquel joven idealista, distintos homenajes mantienen viva su memoria: su nombre en el memorial a las víctimas de la dictadura en el Cementerio General; una placa conmemorativa en Pisagua; la calle Michel Nash a los pies del cerro San Cristóbal y una pequeña plaza en Tongoy.

La mención de la ministra Orellana la familia la toma como nuevo reconocimiento a su legado. “Valoramos lo que dijo la ministra; también el homenaje que en 2023 el Ministerio de Defensa realizó en su nombre, pero sigue sin ser suficiente”, precisa Leila, quien sostiene que el Estado mantiene una deuda con Michel. Desde 2022 lidera una campaña para la restitución del honor militar de Michel Nash, un monolito con su nombre a la entrada de lo que fue el Regimiento Granaderos en Iquique, y la incorporación de su historia en el ramo de derechos humanos de las Fuerzas Armadas.

A medio siglo de su muerte, la figura de Michel Nash sigue dialogando con el presente. En un país que discute cómo equilibrar libertades y responsabilidades —desde la objeción de conciencia hasta el derecho a decidir sobre el propio cuerpo—, su negativa a obedecer órdenes injustas recuerda que la dignidad humana no pertenece al pasado: es una tarea cotidiana, tan urgente en 2025 como lo fue en aquel septiembre de 1973.

Leila Nash junto a la ministra de Defensa Maya Fernández y el subsecretario Galo Eidelstein
Leila Nash junto a Eduardo Juri Nahas (primo de Michel), la ministra de Defensa Maya Fernández y el subsecretario de Defensa Galo Eidelstein.
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