David Torné nos habla de tres aspectos clave para lograr tus objetivos:
Parece que una vez finalizada la planificación sólo hay que dejar que las acciones se vayan resolviendo mientras se avanza hacia la meta como si el proceso fuera una piedra rodando por un acantilado sin posibilidad alguna de detenerse. Pues no.
Hay que mantener la motivación, gestionar expectativas generadas y sobre todo entender que un objetivo va mucho más allá del resultado o la meta fijada durante la planificación.
Me gusta este marco de pensar en tres niveles.
Primero necesitas un para qué, porque la motivación requiere un motivo. Cada objetivo tiene su propósito.
Luego hay que tener muy claro cómo será el cambio que buscas. ¿Qué exactamente debería ser diferente?
Y finalmente, la parte más importante. Debes enfocarte en los sistemas que te llevaran hacia tu objetivo. Estos sistemas (o hábitos) son más importantes que el punto final que te has marcado. Ya lo sabes, un objetivo sólo es un punto en la línea temporal de tu vida
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