Se ha cumplido un mes con Donald J. Trump en la Casa Blanca y con seguridad usted habrá escuchado y leído de todo sobre lo que ha sucedido en este tiempo. La histeria de algunos medios de comunicación y cierta prensa se ha extendido de las pasadas elecciones al gobierno de Trump. La izquierda norteamericana e incluso algunos republicanos del establishment siguen sin asumir la victoria demoledora de Trump, que los dejó en evidencia a todos, y el cumplimiento de sus promesas, que los está desquiciando.
Si nos atenemos a los hechos consumados, este mes y pico de presidencia Trump ha sido fabuloso para un conservador, un sueño hecho realidad. El balance de lo que ha hecho el Presidente Trump es extraordinario. Ha dado cumplimiento a buena parte de sus promesas electorales o está en vías de hacerlo en un tiempo récord.
En muchas de sus acciones ha seguido los pasos que dio en su día Ronald Reagan, con medidas muy similares, por ejemplo, la congelación de todas las contrataciones federales al margen de las Fueras Armadas, seguridad y salud. Un paso adecuado para lograr reducir el tamaño del gobierno y quitarlo de los hombros del ciudadano, que necesita menos gobierno y más libertad individual. Esto entronca con el ideario del buen conservadurismo, aquél que Ronald Reagan supo defender y aplicar con maestría frente a los cantamañanas de la prensa de la época. Más hechos, pues hechos son amores y no contradicciones:
El Presidente Trump ha retirado el decreto de Obama que permitía a estudiantes transexuales de las escuelas públicas que usaran el baño con el que se identificaban y deja este tema en manos de los estados y administraciones locales, que es como debe ser. Ha prohibido la financiación federal de organismo internacionales no gubernamentales que promueven o realizan abortos. Con el Presidente Trump se acabó que los impuestos de los americanos se utilicen para pagar abortos. Es un cambio importante que apoya la cultura de la vida de forma activa. De nuevo, la base del conservadurismo en acción.
Ha impulsado la desregulación en el mundo empresarial, así por cada nueva regulación federal, dos existentes deben eliminarse, lo que provocará mayor dinamismo económico y creación de empleo. Menos burocracia y más oportunidades de negocios para los americanos y cuantos quieran invertir aquí. Y ya son muchas las empresas con planes de inversión y generación de miles de empleos.
Ha permitido que Estados Unidos salga del Acuerdo de Comercio de la Asociación Trans-Pacífico y empiece una nueva era de negociación de acuerdos comerciales bilaterales más beneficiosos para el país, por ejemplo el Tratado de Libre Comercio de América del Norte.
Ha iniciado las reformas en inmigración necesarias para garantizar la seguridad de la nación al evitar la entrada de posibles terroristas y acabar con la financiación federal de las ciudades santuario donde muchos extranjeros gozan de inmunidad en sus robos, violaciones y asesinatos. Reformas que se verán apoyadas próximamente por nuevas medidas migratorias, más agentes de inmigración y aduanas, y deportaciones fluidas de indocumentados que se saltan la ley a la torera.
Ha derogado y sustituido el sistema Obamacare, que abrirá una nueva etapa con seguros de salud más competitivos y de calidad. El nuevo plan de salud está al caer en breve y va a ser la alegría de los americanos.
Ha iniciado los trámites para el diseño y construcción del muro con México en tres puntos calientes de la frontera. Ha revitalizado la construcción de dos oleoductos estratégicos en North Dakota y entre Canadá y Estados Unidos, lo que potenciará todavía más la independencia energética.
Ha puesto en marcha el estudio de una bajada de impuestos general que beneficiará a la economía americana, y que se concretará en reducciones impositivas para empresas y trabajadores. Más ahorro, más inversión y más consumo nacional. Ha creado un grupo de trabajo sobre delincuencia violenta y aumentado significativamente los recursos para que las agencias federales apliquen las leyes. Dinero y personal. La combinación mágica que va a traer la seguridad y la prosperidad a nuestros barrios urbanos, ésos que los demócratas han mantenido en la pobreza durante décadas con sus políticas fracasadas.
Ha designado a un juez candidato para el Tribunal Supremo que es un juez como Dios manda: Neil Gorsuch. Un sólido conservador constitucionalista con extraordinaria formación. Ha puesto en marcha la reconstrucción de las Fuerzas Armadas con nuevas inversiones y nuevos planes estratégicos más inteligentes que mejoren el Ejército, la Marina, el Cuerpo de Marines y la Fuerza Aérea. La racionalidad en el gasto y el impulso a equipamientos, recursos humanos y tecnológicos, se unirán a los mejores cuidados a los veteranos. Una política de patriotismo auténtico y defensa fuerte está en marcha. Un reflejo en el tiempo de aquella "Paz a través de la Fortaleza" que acuñara Ronald Reagan, con el objetivo de responder a los desafíos actuales con inteligencia.
Ha iniciado la lucha contra la corrupción en Washington D.C. al prohibir que exfuncionarios de la Casa Blanca y congresistas puedan ejercer de cabilderos durante 5 años, que funcionarios de la Casa Blanca hagan "lobby" para gobiernos extranjeros, prohibición completa a cabilderos extranjeros que recaudan dinero para elecciones en Estados Unidos. Ha emprendido los primeros pasos para que China sea tratada como lo que es: un país manipulador de la moneda. Y puesto las bases para identificar todos los abusos comerciales extranjeros que afecten a los trabajadores estadounidenses, y liquidarlos por la vía rápida o la que haga falta. Que en cuestión de vías, tenemos unas cuantas a libre disposición.
Ha firmado órdenes ejecutivas y decretos para levantar los obstáculos de producción a las reservas de energía como el gas 'shale', petróleo, gas natural, y carbón, así como para destinar miles de millones de dólares a programas de mejora de la infraestructura hidráulica y ambiental de Estados Unidos. La misma que Obama dejó deteriorar y que ciertos medios ni conocen.
Ha puesto en pie las primeras medidas destinadas a invertir e incentivar un billón de dólares, o más, en la mejora de las infraestructuras nacionales. Una necesidad acuciante desde hace años. Ha establecido impuestos para disuadir con buen rollo a las empresas norteamericanas de despedir a sus trabajadores para trasladarse a otros países extranjeros. Porque eso deja a miles de trabajadores en la calle, sin futuro, y eso, chicos, está muy feo y no es de patriotas.
Ha emprendido planes para destruir el ISIS e implicar a otros países del Golfo Pérsico en esta guerra y en la creación de zonas seguras en Siria para los refugiados. Planes que ya se están llevando a cabo local y estratégicamente, pero que aumentarán en cuestión de semanas para ir haciendo la tan necesaria limpieza de yihadistas corta cabezas.
Ha establecido incentivos para la creación de guarderías en empresas, que es una medida estupenda que de haber aprobado Obama, los medios se derretirían ante ella. Y ha dado caña, mucha caña, a los medios de comunicación y la prensa deshonesta y manipuladora, a los que ha puesto en evidencia por mantener una guerra injusta contra él sólo por ser un conservador íntegro y leal a los ciudadanos que lo votaron. Y por no plegarse ante unos prepotentes millonarios que controlan esos medios y algún otro resorte en el establishment mundial.
Y, no contento con eso, el presidente Trump ha nombrado sin despeinarse ni inmutarse en absoluto a otro estupendo Asesor de Seguridad Nacional en sustitución de Michael Flynn, el teniente general del ejército H.R. McMaster, otro brillante militar, patriota e inteligente que sabe lo que hay que hacer en cuestiones que afectan a la seguridad de Estados Unidos.
Además, para colmo de disgusto de los medios progresistas y los demócratas en caída libre, mantiene a tres mujeres como tres joyas en puestos claves en la Casa Blanca: KellyAnne Conway, Katie Walsh, y Hope Hicks, lo que desbarata por completo las acusaciones de misoginia y machismo de las que es objeto el Presidente Trump, y de las que tiene a bien reírse de esta forma tan evidente.
Estos son algunos de los hechos ciertos que retratan al Presidente Trump en este tiempo. Unos hechos y unas medidas emprendidas que cuentan con un apoyo mayoritario del pueblo americano, según indican los sondeos que manejamos no manipulados por lobbies ni medios.
En fin, que no está nada mal el balance para algo más de un mes de presidencia que ha avanzado a ritmo de Trump Train. Un tren presidencial a toda marcha hacia el éxito.