Objeto hueco.
En algún lugar de mi cabeza
las palabras son murciélagos al vuelo,
fantasmas adormecidos entre las sombras,
insomnes viajeros desatentos.
El alma repartida entre jirones
no es sino la coladera de mi conciencia,
Y todo se resbala y nada importa,
Y nada importa porque todo esta vacio.
En el pecho los latidos colapsados
abren paso a la autopsia de un cadáver,
y si bien sigo vivo porque aún respiro…
No soy sino un muñeco en un escenario de kabuki.
Mis labios están sellados y cocidos
sobre la trama de un mundo ajeno,
y tus labios se posan en los míos,
pero yo solamente añoro la inconsciencia.
-Objeto hueco-