Revista Cultura y Ocio

OBK - Antropop (2000)

Publicado el 25 diciembre 2010 por Abacab @DMRblog
OBK - Antropop (2000)De un dúo moral compuesto básicamente por Andy McCluskey y Paul Humphreys (aunque también acompañados por Malcolm Holmes y Martin Cooper; de ahí lo de “dúo moral”) asociados a la música electrónica y que conforman los OMD, pasamos a otro grupo electrónico, también compuesto su nombre por 3 letras, siendo la 1ª de ellas la “O”, pero en este caso del panorama nacional. Probablemente, aunque ustedes no hubieran leído el título del post, muchos ya habrían acertado a estas alturas que hablamos de OBK, la pareja musical formada por Jordi Sánchez y Miguel Arjona.
Podría existir allá por el año 2000 cierta incertidumbre respecto al futuro de OBK. Esto estaba motivado por 2 cosas, por un lado el discreto resultado de su último disco de estudio “Trilogía” y por otro lado el lanzamiento de un bien aceptado recopilatorio de sus singles del 91 al 98, con la ya mítica portada de la botellita naranja y azul. En aquel compendio de hits, se incluían buenísimas remezclas o nuevas tomas de “Historias de amor” y de “¿De qué me sirve llorar?”, que enmendaron la tibia repercusión alcanzada por “Trilogía”.
No soy muy amigo en mis post de hablar de los productores de los discos, salvo en algunas ocasiones, pero esta vez es ineludible no comentar el papel tan importante que tuvo Carlos Jean a la hora de poner su parte en la consecución del éxito tan importante que alcanzó en su día el que sería el siguiente trabajo de OBK de título “Antropop”, y con el que el grupo entró con excelente pie en el nuevo milenio, dando por zanjada cualquier especulación que podría surgir sobre la permanencia o la situación de la banda en aquellos días; el lanzamiento de aquel recopilatorio podría dar a pensar a muchos que eso sería el final de OBK para posteriormente trabajar cada uno de los componentes por separado, pero por fortuna no fue así.
La electrónica elegante y refinada se deja ver desde los primeros segundos en la comedida y melancólica “Yo sé que no”. Una más que correcta apertura de álbum, que puede representar sin ningún lugar a dudas el sonido que predominará en “Antropop” y que también nos presenta una letra que trata básicamente de ese amor que tanto duele y que también va a estar muy presente en todo el disco. Acto seguido nos damos de frente con una de las composiciones más aguerridas y contundentes de OBK de toda su historia. “Tú sigue así” de hecho fue el single de adelanto y el que hizo buena parte del trabajo para que el disco llegara a la gente y el dúo formado por Jordi y Miguel se pusiera en boca de todos en aquellos primeros meses del año 2000. Fue inestimable el efectista, excelente y apropiado videoclip rodado por J.A. Bayona, con ese ambiente nocturno y el personaje que juega con la alteración genética para rejuvenecer y cambiar su aspecto en sus salidas nocturnas. A veces la distribución de canciones es caprichosa en el orden de un disco y no deja de ser algo curioso que se encadene aquí el 1er. y 2º sencillo. “El cielo no entiende” trata de esos amores siempre puestos en tela de juicio, con una letra que puede interpretarse como una queja al viento contra la intolerancia y la homofobia o también puede entenderse como la narración de un posible adulterio o qué sé yo. Es un tema más alegre, menos oscuro y menos rockero (dentro del techno-pop de OBK) que “Tú sigue así”, y que tuvo si cabe mayor impacto social debido a su elección como sintonía de la Vuelta Ciclista a España de aquel año. Pues, ¿qué quieren que les diga? No es ni de lejos mi favorita del disco. Y de esta alegría, no tanto en la letra, sino en el brío de la melodía, pasamos a una atormentada canción, concretada en “Eterna canción”. Aquí el grupo y la producción a cargo de Jean se valen de efectos de corte clásico para darle una envoltura distinta al tema. Es quizás de las favoritas de los fans de toda la vida de la banda dentro de “Antropop”. Otro tema que no fue single, pero que lo hubiera podido ser sin ningún rubor, y que suele gustar mucho a toda la gente que accede al disco es “Lo tengo que dejar”. Este tema se vale de una intensa letra que trata sobre el fin del amor y lo mal que se pasa en el abandono o en el fin de una relación de pareja, apoyada en una melodía muy emotiva y a ratos cercana a ciertos sonidos de los Depeche Mode más inocentes en sus melodías, sin necesidad de caer en lo simple, en ejemplos brutales como “But not tonight”. Aquí tengo sin embargo que darle un pequeño capón a Carlos Jean, ya que la versión “demo” que figura en el posterior disco de inéditos y remezclas de “Antropop”, de título “Extrapop”, es infinitamente mejor a la versión que figura en “Antropop”. Aún así, es una composición extraordinaria, y que en su día, cuando pude charlar con Jordi y Miguel en un backstage en Torrejón de Ardoz en junio de 2006, les pedí que la incluyeran de nuevo en sus setlist de las giras; al menos Miguel me prometió que lo meditarían. Desde mi punto de vista, “Lo tengo que dejar” es la gran joya oculta de “Antropop”, por lo que no me la pierdan de vista.OBK - Antropop (2000)El tercer single fue “Falsa moral”, y como ya sucedió en “Eterna canción”, OBK y Jean se valen otra vez de arreglos de corte clásico u orquestal para darle una forma grandiosa a esta sentida canción, que nuevamente trata de los amores no entendidos por la sociedad, y que al menos en el clip que se grabó se intento enfocar en este caso en las parejas con una gran diferencia de edad y, para más INRI, entre profesora y alumno; el videoclip es tremendamente emotivo y muy bonito, otro excelente trabajo audiovisual. No obstante, el corte clásico da lugar aquí a una melodía más amable que la más dolida línea instrumental que protagonizaba “Eterna canción”. El 2º tema en contundencia de la obra es “No soy bandera de nadie”. Una pista que en directo sonaba muy potente y que se te quedaba muy marcada; al menos eso me sucedió cuando vi a OBK en directo por 1ª vez allá por finales de septiembre o comienzos de octubre de 2000. Los últimos 2 temas volverán a las formas suaves y a la emotividad, dando por zanjado el terreno más cañero con “Tú sigue así” y “No soy bandera de nadie”, aunque “No me arrastraré”, dentro de lo que cabe, mantiene cierta intensidad instrumental. “Muero por ti” es de las canciones más sentidas y bonitas de “Antropop”. Sí, de acuerdo, se la puede acusar de algo ñoña, pero en todo caso, quizás junto a “Falsa moral”, son los momentos más emotivos del disco. Para terminar se nos presenta la balada de desamor “Nada queda ya”. Un final fuertemente melancólico, que pone el cierre a uno de los mejores discos de la historia del pop español de la pasada década.
Este trabajo de portada de diseño futurista, de tonos blanquecinos y suaves, es el punto más alto de éxito y repercusión de OBK. Gran parte de la culpa la tuvieron los 2 primeros singles “Tú sigue así” y “El cielo no entiende”. Los videoclips también ayudaron mucho en resaltar el valor de la obra. Y no olvidemos que “El cielo no entiende” fue sintonía de La Vuelta de aquel año, con su consecuente exposición mediática. “Antropop” fue el resultado de la unión 2 músicos en su mejor momento y un productor, Carlos Jean, en estado de gracia, que por otro lado empezaba a labrar de forma firme su fama como excelente encargado de las mesas de mezclas.
Esta buena acogida derivó en una gira sin fin, que se alargó durante meses y que propició el lanzamiento de un disco que deriva de “Antropop”, llamado “Extrapop”, con remixes y algún tema inédito (como la remezcla o versión fusionada de “Personal Jesus” y “I feel you” de Depeche Mode en “I feel Jesus”), que incluía algún que otro gran acierto como la versión demo ya comentada de “Lo tengo que dejar”.
“Babylon” sería el siguiente disco de OBK allá por 2003, el cual siguió una estrategia parecida con la edición de “Lucifer” como primer sencillo, con otro videoclip marca de la casa de J.A. Bayona. El éxito en mayor o menor medida se mantuvo y era hora de lanzar otro recopilatorio, de nombre “Sonorama”, con varios de los éxitos del grupo, acompañado en esta ocasión por un cd con varios de sus videoclips. La repercusión bajaría sin embargo con el siguiente trabajo de estudio “Feeling”, ya que quizás “Sin rencor” no fue un single demasiado bien entendido, poco apropiado o alejado de lo que eran las entregas de OBK. Quizás quisieron arriesgar mucho con esta, por otro lado, excelente y delicada canción, pero el caso es que “Feeling” bajó mucho en repercusión respecto a “Babylon” y mucho más con respecto al disco protagonista del artículo de hoy. Con motivo de la gira de “Feeling”, fue cuando vi por 2ª vez a OBK en directo, soportando una lluvia impropia del mes de junio en 2006.
“Ultimátum” ha sido la última entrega por parte de Miguel y Jordi. Lanzado en plena crisis de la industria discográfica, podemos concluir que es un disco que en proporción ha tenido más aceptación que “Feeling”. “Yo no me escondo” ha sonado relativamente bastante. OBK supongo que ahora estarán en proceso de composición de nuevos temas y no a mucho tardar recibiremos su nueva entrega. Hoy queremos proponer recuperar uno de los discos más celebrados del comienzo del milenio, con el que OBK estuvieron en lo más alto del panorama musical español. Es un disco con 10 canciones que se escucha del tirón, sin precisar de saltar de pista en ningún momento. Además, como ya han pasado 10 años de su edición, quizás les traiga muchos recuerdos asociados; ¿dónde estabas tú cuando sonaba “El cielo no entiende” en las ondas con insistencia? No sé de ustedes, pero yo, a medida que escuche otra vez el disco estos días (por si no han sido suficientes las escuchas que le he dado en las semanas previas), haré el experimento de intentar recordarme en aquellos días del año 2000.
No sé si esta tarde a las 19.00h estarán ustedes con la sobremesa de la comida de Navidad aún, pero si no tienen nada que hacer, les propongo que en http://www.ruah.es/online.html escuchen la redifusión de nuestro programa dedicado a The Cabriolets, con entrevista a su guitarrista Manuel Cabezalí. Este próximo miércoles a las 23.00h no habrá nuevo programa, como ya sabrán, sino que podrán escuchar nuevamente, si lo desean, el programa que compartimos con Javier Ojeda de Danza Invisible. Por cierto, que se me olvidaba: feliz Navidad y próspero 2011 de parte de “Discos, música y reflexiones”. En principio, si no hay novedad, nos vemos por aquí el próximo año.

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