Revista Cultura y Ocio

Obras Completas de san Juan de la Cruz. Nueva edición en alemán

Por Maria Jose Pérez González @BlogTeresa

Obras Completas de san Juan de la Cruz. Nueva edición en alemánCon ocasión del V Centenario del nacimiento de santa Teresa, salió a la luz una magnífica edición de sus Obras Completas en alemán, a cargo del P. Ulrich Dobhan y la Hna. Elisabeth Peeters, ocd. Ahora, estos mismos autores nos ofrecen las Obras Completas de san Juan de la Cruz, publicadas, como las anteriores, por la editorial Herder.

Ofrecemos, a continuación, una amplia reseña de esta edición, a cargo del P. Dámaso Zuazúa. Accede a las primeras páginas en este enlace.

   Johannes vom Kreuz, Poesie und Prosa. Gesamtausgabe. Hrgs. Ulrich Dobhan, ocd –Elisabeth Peeters, ocd.

B. I 585 S., B. II 1.262 S., Herder, 2024.

El brillante estuche de la Editorial Herder contiene en dos volúmenes la nueva traducción alemana de las Obras Completas de San Juan de la Cruz. Son sus artífices Ulrich Dobhan, ocd, y Elisabeth Peeters, ocd. Precedentemente se habían acreditado ya por la traducción de las Obras Completas de Santa Teresa de Jesús en la misma prestigiosa editora. Una erudita introducción de Bernhard Teuber, con talento de acreditado hispanista, abre el primer volumen. Él nos advierte con razón sobre “el hercúleo trabajo” que supone la nueva edición y la nueva traducción de las Obras de fray Juan (t. I, p. 14). Los editores dedican su trabajo a la memoria de dos sanjuanistas insignes: Luce López-Baralt y Eulogio Pacho.

Obras Completas de san Juan de la Cruz. Nueva edición en alemánEl primer volumen de 585 páginas contiene las Poesías y los Escritos Menores del Santo. Se abre con una bibliografía detallada de 16 páginas. Tras la cronología sanjuanista, se nos ofrece un verdadero tratado introductorio (t. I, 55-243). Comienza con “Una nueva perspectiva de Juan de la Cruz: De la hagiografía a la biografía”. Tiene en cuenta, por supuesto, las investigaciones de Teófanes Egido con el añadido de muchas anotaciones aclaratorias de propia cosecha. Panorámica presentación de la actualidad sanjuanista, ilustra el trasfondo histórico, además de seguir en  detalle la evolución de la persona y de su obra literaria y mística.

Como introducción a las Obras del Santo, en ninguna otra lengua, ni siquiera en el original castellano, conozco un tablado tan esencial, tan indicador, tan completo para entender, para acercarnos a San Juan de la Cruz. Tiene en cuenta la ultimísima investigación sobre el sanjuanismo, con las luces y sombras del Carmelo del tiempo que enmarcan la figura del Santo de Fontiveros.

Sigue luego la introducción a la obra escrita de fray Juan. Partiendo de la perspectiva general, se detiene en la difusión y recepción de las Obras. Los editores subrayan el valor de la poesía: “Juan de la Cruz es, en primera instancia, un poeta, un poeta de rango mundial…” (t. I, 152). Por eso, en el capítulo 4 de esta introducción se vuelve sobre el tema.

En cuanto a la influencia de la poesía sanjuanista en la literatura universal, nuestros editores señalan, por ejemplo, el simbolismo francés de los años 1890-1920 con los poetas Paul Valéry, Paul Verlaine y Arthur Rimbaud. Citan también al avantgardista anglosajón Thomas Stearns Eliot (1888-1965). Se da por supuesta la influencia en la propia patria con Federico García Lorca (“Sonetos del amor oscuro”, 1935), Juan Ramón Jiménez, Bécquer, Machado, Unamuno, Valente, Miguel Hernández; incluso, Juan Goytisolo Gay (1931-2017). Hablando de la recepción de la obra sanjuancruceña en el mundo encontramos normal que los editores se fijen especialmente en el ámbito alemán, elencando las precedentes traducciones en esa lengua. Su conclusión a ese respecto es acertada: “Juan de la Cruz, antes y ahora, ejerce una fascinación creciente en el mundo” (t. I, 165).

La lírica sanjuanista tiene su propio tratamiento en la Introducción.   San Juan de la Cruz es poeta y mistagogo. En primer lugar, recordemos la afirmación de Luis Borges: nuestro Santo es “uno de los mayores –podemos decir con tranquilidad el mayor- de todos los poetas hispanos” (t. I, 205). Y los editores añaden: “Lírica, poesía es para Juan algo así como su lenguaje original…” (ibid.). Esta capacidad poética es el vehículo para la experiencia mística. Y con esto llega a un lenguaje de símbolos, con sus fuentes semíticas en un estilo polisémico, con el influjo de la mística sufí.

El camino espiritual de nuestro autor viene analizado desde su experiencia y desde su pensamiento. Parte de su pluridimensional idea de Dios. Una muestra gráfica es su afirmación: “Si el alma busca a Dios, mucho más la busca [su] Amado a ella” (Ll 28, 3). Hay que fijarse en la ternura de Dios, manifestada, por ejemplo, en el conocido texto: “No hay afición de madre que con tanta ternura acaricie a su hijo, ni amor de hermano ni amistad de amigo que se le compare… (CB 27, 1). Páginas siguientes describen la dinámica y el desarrollo del Amor de Dios, la antropología espiritual del autor, su sana ascética liberadora que comunica alegría a la vida hasta lograr un crecimiento espiritual que nos sitúa en el dominio de la contemplación. Por supuesto, tratándose de San Juan de la Cruz, la realidad de la noche oscura viene tratada con relevancia.

Por cautivadora y fascinante que sea el comentario a la Introducción, tenemos que llegar a la traducción de los textos. Se toma como referencia la edición de J. V. Rodríguez / F. Ruiz, Madrid⁷, 2019. Pero los traductores añaden en notas críticas el resultado del estado actual de la investigación textual y ambiental. Los 14 poemas se presentan confrontados con el texto original hispano. Ya se sabe que estas “Canciones” fueron redactadas para ser cantadas. Y esta tradición ha penetrado también en el cantoral religioso del pueblo alemán (Gotteslob Nr. 417). Se anota la traducción de Edith Stein en su obra “La ciencia de la Cruz”, calificada esta versión como de “excepcional logro” (t. I, 250). Por supuesto, los traductores son conscientes de “no tener otra pretensión que la de ayudar a la comprensión de esta grandiosa poesía, cuya riqueza en contenido y en belleza sonora sólo se obtiene en el original” (ibid.). Por eso añaden un capítulo “sobre el lenguaje y contenido según el estado actual de la investigación”, toda una exégesis de cada poema, con el aval de la base crítica más actualizada (t. I, 333-431). Un oportuno “glosario” (t. I 433-440) aclara algunas expresiones técnicas del texto original.

Cada escrito menor o escrito breve tiene su introducción peculiar. Así para los “Dichos de luz y amor”, para las “Cautelas”, para el “Epistolario”. Del Santo Doctor de la Iglesia se conservan sólo 35 Cartas (¡!) en redacción integral o fragmentaria. Tratándose de San Juan de la Cruz, bien merece tener presente la atinada observación de Honoré de Balzac: Una carta es “un alma, un fiel eco de su propia voz”. Los editores reproducen, además, anotaciones históricas de otras 35 Cartas perdidas.

Con sus 1.262 páginas el segundo volumen reproduce los Escritos Mayores de San Juan de la Cruz. Los prólogos correspondientes contextualizan el origen, el desarrollo, la intención de cada obra. Se analizan   los matices peculiares o diferencias de las dos redacciones del Cántico y de la Llama. De la enseñanza del Santico de Fray Juan se subraya la unión con Dios en el centro del alma. Interpretando al Santo, advierten los editores: “La mística unión con Dios no es la coronación de un largo camino de renuncias y de una esforzada práctica de virtudes, sino el desarrollo pleno de nuestra humana posibilidad de amar…” (t. II, 35). Por supuesto, el texto viene acompañado por numerosas aclaraciones a pie de página.

En sucesivas introducciones a las Obras sanjuanistas los editores aclaran apreciaciones incorrectas en la concepción del ideario del Santo: “Tradicionalmente la Subida del Monte Carmelo se ha entendido como un escrito puramente ascético… Esa interpretación, sin embargo, desconoce que el obrar de Dios precede siempre al obrar del hombre… Para Juan “Dios es el principal agente” (Ll 3, 29), “el principal amante” (CB 31, 2). Su acción en nosotros es siempre expresión de su Amor sin condiciones” (t. II, 529). Son muchas las observaciones pertinentes, esclarecedoras, de grande actualidad para leer y entender a San Juan de la Cruz.

Como en el primer volumen para las Poesías, también aquí se agrega un “glosario” para las palabras claves de la espiritualidad y mística sanjuanistas, para términos arcaizantes en el lenguaje actual (t. II, 1.225-1.249). Es una apreciable herramienta de trabajo con la que se facilita la lectura y la adecuada interpretación de los Escritos de San Juan de la Cruz. Los términos particulares del Santo, provenientes de una lengua extranjera al alemán, tienen aquí su adecuada explanación. Por ejemplo, la expresión “ansia de amor” tiene su traducción (brennende Liebessehnsucht) y su comentario (t. II, 1.227).

San Juan de la Cruz tiene en alemán una traducción de toda solvencia y garantía. Además del texto, cuenta con tantas páginas que son una adecuada enciclopedia. Admiramos el esfuerzo y la programación inteligente, amplia y bien centrada, realizada por los editores.

Ellos mismos publicaron precedentemente (2015-2022) las Obras Completas de Santa Teresa de Jesús al alemán. Allí se ensayaron ya en los mismos criterios, con la misma abarcadora profesionalidad que utilizan ahora con  San Juan de la Cruz. Así los Padres del Carmelo son accesibles a su enseñanza de alta espiritualidad y de gran finura literaria a los lectores de la lengua de Johann Wolfgang von Goethe en ediciones técnicamente ejemplares. Agradecemos a los traductores su “esfuerzo hercúleo” y felicitamos al Carmelo alemán.

      Dámaso Zuazua, ocd


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