El llevar una dieta saludable es bueno, pero como todo, siempre que las cosas las llevamos al extremo el resultado no suele ser bueno. Como podemos ver cuando salimos a dar un paseo o cuando vamos a la playa o las piscina, en los últimos años hay cada vez más personas preocupadas por mantener un físico envidiable, especialmente los hombres jóvenes, muchas de estas personas pueden tener también obsesión por comer sano.
En los últimos años ha aumentado los casos de ortorexia, un trastorno alimentario donde la persona está obsesionada por comer sano, o se toman demasiado en serio el tema de llevar una alimentación saludable.
Esta obsesión les puede llevar a cambiar su conducta social, dejando de ir a restaurantes o comidas con amigos y familiares dado que no pueden controlar lo alimentos empleados, de hecho en general pueden no comer si no conocen el origen de los alimentos.
La ortorexia, esa obsesión por comer sano, está claro que no es algo bueno y menos cuando uno tiene problemas de autoestima. Está muy bien el prestar atención a los alimentos que compramos y consumimos, pero de ahí a tomárselo tan en serio hay un trecho.
Somos seres sociales, de modo que aislarnos y obsesionarnos por un tema nunca es una buena opción, en el caso de la ortorexia la obsesión puede llegar al punto de que la persona sólo consume alimentos ecológicos. Debe conocer el origen de la fruta y la verdura, y en el caso de la carne probablemente también necesite saber donde se crió al animal y con qué se le alimentó, así como el tiempo que tardó en engordar.
La inmensa mayoría de la población no se preocupa por todo esto, y es que el hecho de desconocer esta información no implica que un alimento sea menos bueno. Si crees que tu mismo o alguien de tu entorno tiene obsesión por comer sano, trata de hablar sobre el tema o de buscar algún tipo de ayuda que le permita dejar atrás esa obsesión.
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