Ecos de soledad retumban en paredes malheridasde la ciudad gris.Aves errantes pasean su libertadpor el cielo cargado de llanto.Vientos soplan apatía entre vidas pinceladas de cotidianidad.
En patios deslucidos, risas infantilesle devuelven al ocasosu belleza extraviada.
Revista Literaria Umbral, Edición Nº 5