La lista de países, que no permiten la difusión pública de imágenes de sus ciudades y lo que acontece en ellas, sigue siendo larga: Irán, Bahrein, Siria o Yemén son algunos de los nombres que primero se nos pueden venir a la cabeza.
Este hecho es el detonante para que un grupo de hackers franceses haya sabido poner la tecnología al servicio de las necesidades “reales” y “actuales” de la población y permita utilizar la aplicación Street View, para que cualquier ciudadano, que no pueda expresarse en la calle, sí pueda hacerlo en cambio a través de las redes. El principio de funcionamiento es muy sencillo. Las fotos panorámicas de un lugar se cargan y permiten la vista 360º a los usuarios.
Seguramente uno de los valores principales de la tecnología es lograr adaptarse a las necesidades y realidades de la sociedad. Un ejemplo más de cómo la visibilidad no sólo se mide en términos reales, sino también virtuales.