Revista Viajes
Por fin fui a Victoria, la conocida como “The Garden City” y capital de la Columbia Británica. Luego de vivir el Canada Day en Calgary, volamos hasta la ciudad que más anhelaba conocer en Canadá, Victoria; ahí tuvimos una adorable estancia en el Delta Hotels by Marriott Victoria Ocean Pointe Resort.
Después de un vuelo corto y muy entretenido por las maravillosas vistas desde el cielo de Alberta y la Columbia Británica, llegamos a Victoria muy temprano.
Bastante lindo y pequeño el Aeropuerto Internacional de Victoria, así que fue fácil encontrar el servicio de YYJ Shuttle, con quienes fuimos hasta el hotel. YYJ Shuttle ofrece servicio de transportación desde y hacia el aeropuerto en frecuentes horarios desde la madrugada y hasta la media noche. Los costos y horarios los puedes consultar en su web: yyjairportshuttle.com
El trayecto desde el Aeropuerto Internacional de Victoria hasta el Ocean Pointe Resort fue de unos 40 minutos, pero no es por la distancia, sino porque allá conducen mucho más lento que en México. El camino nos fue mostrando poco a poco lo bonita que es esa ciudad.
Al llegar a Delta Hotels by Marriott Victoria Ocean Pointe Resort aún no estaba lista nuestra habitación porque era antes de las 10 de la mañana, pero pudimos dejar nuestro equipaje ahí y mientras tanto fuimos a visitar el Hatley Castle. Regresamos como a las 2 de la tarde y aunque aún no era hora del check in, nuestra habitación ya estaba lista.
Lo primero que amamos al entrar a nuestra habitación fue su amplitud, pero cuando llegamos al ventanal, entonces vaya que entramos en conflicto sobre lo que más nos gustaba, porque desde ahí podíamos apreciar el centro de la ciudad, el Edificio Legislativo y más antiguas construcciones. Por las noches, esa vista desde el sexto piso era un encanto.
La habitación tenía una TV muy grande, aire acondicionado y un montón de opciones para cargar gadgets, desde los tradicionales en América, hasta contacto europeo y para USB. El baño era muy lindo y con un amplio kit de amenidades.
En la primera planta está un Starbucks, que es una bendición en las mañanas porque tiene servicio desde muy temprano. Además hay una bella alberca techada, estacionamiento y servicio de transporte de cortesía al centro de la ciudad, aunque caminando es muy cerca y el trayecto es verdaderamente agradable.
También hay un bar y el restaurante Lure, donde se cena delicioso en un ambiente realamente agradable y viendo caer la tarde al momento que se comienzan a iluminar los edificios y calles de la ciudad.
En Lure Restaurant cenamos la última noche de nuestra estancia en Victoria, yo elegí el Seared Ling Cod y un vino blanco de la región, mientas que mi hija optó por una pasta y limonada local, de jengibre y miel llamada Babe´s, un gran hallazgo! Luego elegimos 2 fantásticos postes, de chocolate y cheesecake. Fue una gran despedida de Victoria, a donde sin duda me encantará regresar y seguir explorando, porque a pesar de ser una localidad pequeña hay mucho por ver y visitar.
Más información de Victoria Ocean Pointe Resort:www.espanol.marriott.com