A estas alturas sobra decir que soy una gran admiradora de los aceites y siempre estoy encantada de descubrir nuevos usos, nuevos aromas y nuevos aceites que conlleven beneficios y mejoras a nuestra estética. El último, ultimísimo que incorporé es el aceite de semilla de pino marítimo de Oceopin.
El pino marítimo es un árbol conífero que se encuentra en los bosques a lo largo de la costa del Atlántico y en el Mediterráneo occidental. Este árbol de forma única en cuanto cuerpo que crece con rapidez y mantiene su resistencia frente a las condiciones más desafiantes por lo que potencial fuente de belleza sostenible todavía no explotada.
El proceso de cosecha de las semillas es totalmente tradicional. Las piñas son recolectadas a mano y se dejan secar al sol. Una vez abiertas, las semillas se recogen y se limpian y posteriormente se extrae el aceite .
Este aceite es hipoalergénico, por supuesto y se ha demostrado que tiene una gran sinergia con la piel. Ya que trabaja para la propia oxigenación de las células de la piel al nivel más profunda aumentando la microcirculación. Es rico en omegas 3 y 6 que otorgan volumen a la tez, al tiempo que protege la piel con su abundancia de vitamina E, que es un poderoso antioxidante.
Aplicado en la piel la nutre profundamente dejándola muy suave, pero no sólo en la del rostro. También puede ser aplicado en uñas y cabello.
Su envase es elegante , discreto y reciclable y muy practico.
El equipo de Océopin descubrieron el gran potencial de este ingrediente y patentaron su extracción de cosmética natural y de uso nutracosmecéutico y nos materializaron esta pequeña maravilla beauty.
Con un respeto admirable por la naturaleza y la protección de los bosques que proporcionan el aceite, siempre como máxima.
Lo podéis encontrar en su tienda online y en menos de 4 días lo tendréis en casa.
Hasta pronto!