Sabemos que lo ideal es la cera (y, con presupuesto, el láser), pero a veces tiramos de cuchilla. Y cometemos estos ocho errores al afeitarnos las piernas.
En España tenemos bastante menos costumbre de afeitarnos las piernas que en otros lugares. Aquí la mayoría de las mujeres lo deja como solución de urgencia, cuando no ha habido tiempo de ir al salón de belleza, hacerse la cera en casa o pasarse la depiladora. En países como Estados Unidos o Reino Unido las mujeres se afeitan con regularidad, dentro de sus rutinas beauty en la ducha. Pero las españolas tenemos muy asumido aquello de que si te afeitas todo el tiempo el pelo crece más fuerte y más grueso, cuando no es cierto. Siempre cito al tricólogo Víctor Salagaray, que en una entrevista hace unos meses me dijo una frase reveladora al respecto: “Con el pelo no funciona la poda”. Es decir, que no por mucho que lo cortes va a crecer más fuerte. Lo que sucede es que al nacer las puntas lo hacen parecer más grueso, pero el afeitado se realiza a ras de piel, así que no hay ninguna influencia sobre la unidad folicular.
Tanto si eres de las que lo tienen como solución de urgencia o como rutina habitual, toma nota de estos ocho errores que cometemos al afeitar las piernas.
Error 1. Afeitarnos nada más entrar en la ducha
Mejor esperar unos minutos, para que con el agua caliente se abran los poros, pero tampoco te pases porque afeitarse con la piel arrugada por el agua puede favorecer los cortes.
Error 2. No usar ningún producto de afeitado
Que hay prisa porque has quedado y te has empeñado en ponerte ese vestido ideal. O que es por la mañana y llegas tarde al trabajo. La tentación de afeitar las piernas en seco es grande… pero peligrosa. Lo mejor es utilizar un producto que permita a la cuchilla resbalar fácilmente sobre la piel, tal como espuma de afeitado o (truco, por si no tienes espuma) acondicionador del cabello. Pero no te afeites con la pastilla de jabón, porque no lubrica lo suficiente y si hay granitos o imperfecciones la cuchilla se los llevará por delante.
Error 3. Malas cuchillas
Si no hay más remedio, utiliza una cuchilla de hoja simple, pero lo mejor es comprarte una que, aunque sea un poco más cara, tenga cuatro o cinco láminas. Las piernas quedarán más suaves y el apurado será mayor en las zonas difíciles como rodillas.
Error 4. No cambiar de cuchilla con regularidad
Si no lo haces porque la marca te gusta, debes saber que aproximadamente a los diez usos (a veces incluso menos) lo mejor es tirar la cuchilla y empezar con una nueva. Las viejas no solo no apuran tanto, sino que pueden provocar cortes y además han podido acumular bacterias
Error 5. La dirección del afeitado
Primero debes afeitar las piernas en la dirección del crecimiento del pelo (suele ser hacia abajo, pero hay zonas donde no siempre es así, como en la parte trasera de los muslos) y después hacerlo en la dirección contraria, a no ser que tengas la piel sensible (en ese caso no lo hagas), sin olvidarte de aplicar más espuma de afeitado para seguir lubricando la piel.
Error 6. No exfoliar
Es el error más común y, sin embargo, tiene su importancia. Si hay vellos enquistados o pequeñas irregularidades en la piel, el afeitado será peor, pueden producirse cortes o rojeces. Un día antes de afeitarte exfolia la piel con productos adecuados y un guante de crin (o similar).
Error 7. No hidratar
No solo el día de la exfoliación y el día del afeitado. Hay que aplicar crema hidratante en las piernas todos los días. Mantener un buen nivel de hidratación no solo hará que la piel luzca más bonita sin vello, sino que evitará pelitos enquistados e irá preparando las piernas para la siguiente sesión con la cuchilla.
Error 8. Compartir la cuchilla
Es tu pareja y os amáis, pero hay cosas que no hace falta compartir y las cuchillas son una de ellas. No es solo una cuestión de higiene. La superficie a depilar en las piernas es mucho mayor que la del rostro y las cuchillas se pueden volver romas antes de tiempo, lo que lleva a cortes y tirones para el siguiente que utilice esas hojas.