Las vacunas de la hepatitis B están provocando muertes de bebés en China. Hasta ahora se han producido al menos ocho fallecimientos. Esta vacuna es la que se aplica a las 24 horas de nacer, la primera dosis, y luego al cumplir el primer mes de vida y al celebrar el sexto.
Las inyecciones fueron fabricadas por el laboratorio Biokangtai, situado en Shenzhen, cuyas vacunas fueron suspendidas el pasado día 13 por la Administración de Salud, Drogas y Alimentación de China.
Biokangtai es el mayor fabricante de vacunas de hepatitis B en China. La prensa de la zona recoge que la compañía ha declarado de momento que las muertes de los bebés son “una coincidencia”.
Osea, nace un bebé sano, lo vacunan contra la hepatitis B a las 24 horas y si se muere es por casualidad.
Las reacciones adversas como consecuencia de la vacuna contra la hepatitis B son poco frecuentes y en casi todos los casos se deben a una reacción alérgica a algún componente de la vacuna.
Quienes hayan decidido vacunar, no deben continuar la serie de dosis si se presenta una hipersensibilidad a la vacuna en alguna de sus dosis. Si el individuo, en especial un niño se presenta con una enfermedad más grave que un resfriado, debe posponerse la vacuna contra la hepatitis B. Por lo general, no se ven secuelas y ocasionalmente puede aparecer una fiebre leve que no debe extenderse más de 24 horas.
Sin embargo, varios estudios han relacionado la vacunación contra la hepatitis B y la aparición de esclerosis múltiple, aumentando el riesgo en los tres años posteriores a la vacunación. Muchos expertos, ligados a instituciones oficiales en algunos casos nada críticas con los daños de las vacunas, no apoyan el estudio por sus métodos utilizados.
Lo sensato es tener todo esto en cuenta; las muertes de China y los daños apuntados.