La ansiedad es una respuesta normal de nuestro cerebro ante estímulos externos que puedan resultarnos peligrosos o preocupantes. Ante una situación de peligro, nuestro cuerpo experimenta síntomas como sudoración, temblores, respiración irregular, ganas de huir, nuestro corazón se acelera, miedo intenso, y en el peor de los casos, un ataque de pánico, en donde todos estos síntomas se potencian al cien por ciento y la adrenalina sube sin parar. Esta es la forma de autodefensa que aplica nuestro cerebro ante cualquier situación que pueda considerar peligrosa y la más efectiva para hacernos mover rápidamente hasta algún lugar donde nos podamos sentir a salvo nuevamente, donde los síntomas pasan y ya vuelves a tu estado normal.
Pero… ¿Qué pasa cuando sufrimos de estos síntomas sin tener ningún factor de peligro externo real? Pues, aquí es cuando la ansiedad se vuelve una enfermedad. Imagina sentir todo esto de la nada, estando, quizás, leyendo un libro en tu cuarto o viendo la televisión. La verdad, es algo bastante desagradable; y para quienes sufren esto con regularidad, sus vidas pueden volverse un infierno. Al final, hasta terminas teniendo ansiedad por tener ansiedad, es decir, tienes miedo del miedo.
Si estás leyendo esto, quizás estés buscando el secreto milagroso que te quite de una vez por todas tan terrible trastorno, pero te digo, no hay una pastilla que te haga el milagro, pero sí es posible superar esta angustiante enfermedad con constancia y dedicación.
A continuación te dejaré algunos tips que a mí me han ayudado bastante:
Recuerda siempre que la ansiedad es causada por nosotros mismos y nuestros pensamientos fatalistas que se desbordan al primer síntoma de incomodidad, así que trata de dominar a tu cerebro en la medida de lo posible. Sé que es complicado, pero con práctica podrás hacerlo.
- Deja por completo el alcohol, el café o cualquier tipo de sustancias que puedan alterar a tu cerebro: Si crees por ejemplo, que tomando alcohol te olvidarás de cómo te sientes, pues sí, quizás al momento te funcione, pero te aseguro que al día siguiente te sentirás mucho peor. Así mismo pasa con la marihuana, consumirla teniendo ansiedad, es lo peor que puedes hacer, así que nada de sustancias que puedan alterar el estado natural de tu cerebro.
- Medita: La meditación, aunque puedas pensar que no sirve para nada, sí que ayuda bastante. Vaciar nuestro cerebro de pensamientos es la mejor manera de detener la ansiedad o un ataque de pánico. Pues, son los pensamientos los que nos llevan a esos estados, no hay otro factor que nos induzca la ansiedad más que nuestro propio cerebro. Así que trabaja en él, fortalécelo y verás cómo te vas a ir sintiendo mejor. En Youtube encontrarás gran cantidad de meditaciones guiadas, escoge la que prefieras, ponte en una posición cómoda en algún lugar tranquilo y a meditar.
- Impaciencia: Deja de pensar en cuánto tiempo te va a tomar superar tu ansiedad, esto crea más estrés y todo se vuelve un círculo vicioso.
- Toma tés naturales: Plantas como las flores de Bach, la Valeriana y el Bledo, son oxigenantes cerebrales y tranquilizantes, además de eso, tienen un montón más de propiedades que te ayudarán a sentirte mejor. Si gustas, puedes buscar información en la web, hay mucha y es gratis.
- Haz ejercicio: Hacer ejercicio es una forma efectiva de distraer la mente. Además, todos sabemos que hacer ejercicio es una forma efectiva de liberar endorfinas, por lo que sin duda, después de una buena dosis de este, te sentirás mejor y además, te ayudará a dormir más fácilmente ya que tu cuerpo estará cansado.
- Si eres religioso: hacer un hábito para tus oraciones te hará sentir mejor, aumentará tu fe y por ende tus pensamientos positivos.
- Piensa en positivo: Generalmente, las personas con ansiedad, tienden a ser bastante pesimistas, digamos que con el tiempo, van perdiendo la ilusión y el optimismo. Por eso, debes reactivar esos pensamientos positivos, aunque no te los creas. Recuerda que nuestro cerebro aprende por repetición, si tú le dices diariamente “Voy a estar bien”, “Voy a superar esto”, eventualmente, terminarás creyéndolo y eso te ayudará a sentirte mejor. Y por supuesto que lo superarás.
- No te quedes encerrado en casa: sal a hacer tu vida normal, reúnete con tus amigos, ve al cine, sal a pasear. Haz tus actividades normales, pues, de esta manera no permites que la ansiedad se apodere de ti, recuerda que mientras más encerrado estés, mientras más te dejes dominar por ansiedad, más difícil será la recuperación. Así que aunque no te sientas bien, sal a hacer tus cosas, así poco a poco irás fortaleciendo tu mente ante esas situaciones de las que la ansiedad te ha estado privando.
Estas son algunas de las cosas que a mí me han ayudado y espero que te sirvan a ti también, superar la ansiedad y sus síntomas tan desagradables es complicado, pero no imposible. Yo siempre digo: No me doy por vencida, sigo luchando porque no me da la gana de pasar toda mi vida con ansiedad y porque merezco ser feliz.
Tú también mereces ser feliz, así que ¡Manos a la obra!