No es habitual encontrarse con noticias que justifiquen estos titulares: OCU contra Hacienda. La verdad es que OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) no suele posicionarse en asuntos fiscales. Más bien defiende a los consumidores sobre abusos de las empresas o la falta de calidad y/o seguridad de los productos. Pero enfrentarse a Hacienda para defender a sus asociados es muy diferente. Y no es que me parezca mal; todo lo que sea luchar contra los abusos de nuestra prepotente Hacienda me parecerá perfecto y necesario.
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) es una entidad privada sin ánimo de lucro totalmente independiente, creada en 1975 con el objetivo de defender los derechos de los consumidores. OCU, pese a recibir subvenciones (70 745,62 € en 2014), se financia principalmente con aportaciones de sus socios, que pagan una cuota por tener a su disposición una serie de productos y servicios.OCU CONTRA HACIENDA
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El argumento principal de OCU es que muchas sanciones tributarias son injustas porque no acreditan dolo. Y hablan de que cada año las reciben cientos de miles de contribuyentes. Repito: ¡Cientos de miles cada año! Seguro que valdrá la pena esa campaña de OCU contra Hacienda.
OCU contra Hacienda. Veremos en qué acaba esta campaña. No es el terreno habitual en el que se mueve OCU.
Según indica OCU (con razón) y yo mismo he dicho muchas veces, Hacienda está obligada a acreditar la culpabilidad del contribuyente y demostrar la real existencia de la infracción, pero lo normal es que se limiten a comunicar la sanción sin explicar ni argumentar en qué ha consistido la negligencia, el dolo o la culpabilidad del sancionado. Según OCU (y yo mismo), estas sanciones «no cumplen la normativa por no justificar la culpabilidad del contribuyente y son injustas tal y como reconocen distintos tribunales de justicia, incluido el Tribunal Supremo».
Falta de transparencia
Es evidente que a Hacienda no le interesa que se sepa cuántos de estos expedientes de sanción inicia cada año, y tendría que ser una información pública. Sin indicar el nombre de los contribuyentes afectados, Hacienda sí debería publicar unas estadísticas sobre el número de sanciones, su cuantía y su naturaleza. Seguramente eso conseguiría escandalizar a mucha gente que todavía piensa que Hacienda actúa de buena fe. En la Memoria de Hacienda del 2013 se indica que en el 2011 se ingresaron un total de 159 millones de euros en concepto de sanciones, sin especificar más detalles, pero es fácil llegar a la conclusión de que hay cientos de miles de contribuyentes afectados cada año; por el volumen de sanciones recaudado y porque (también en 2011) hubo unos ingresos adicionales por paralelas de 520 millones de euros, habiendo regularizado un total de 499.683 contribuyentes. La sanción media por este concepto superaba los 500 euros.
Todavía mucha gente paga esas sanciones sin recurrirlas, ora por miedo, ora por desconocimiento, sin plantearse siquiera que Hacienda puede estar robándoles lo que es suyo. El contribuyente debería informarse más, y nadie tendría que ir a Hacienda a que le hiciesen gratis la declaración. Aunque Hacienda intenta tener una imagen amigable, nunca será amiga del contribuyente.
Desde aquí deseo éxito para la campaña de OCU contra Hacienda. Solo lamento que la hayan iniciado ahora que ya hay sentencias en contra de Hacienda. Como organización de consumidores y usuarios, si querían luchar contra esto deberían de haberse mojado antes, pero bueno, lo que puedan hacer ahora también resultará interesante.
Ramón Cerdá