El cine de terror es una caja de sorpresas. Algunas veces nos deja anonadados ante lo que estamos viendo y otras se convierte en un ni fu ni fa. Esta vez la moneda ha salido cara. Óculus: El espejo del mal no es una obra maestra pero sí que consigue que tiempo después aun nos acordemos de ella, cosa que ya es de agradecer.
Partiendo de la base de un corto salido de la mente del mismo creador, el director norteamericano Mike Flanagan aborda el tema de los objetos encantados o malignos; algo tan antiguo que se antoja complicado darle una vuelta de tuerca pero Flanagan lo consigue. Juega con el tiempo y el espacio tratando de darle una explicación a todo lo que nos está contando. A veces triunfa y otras se queda a medias pero por lo menos intenta hacer que no seamos solo unos anónimos voyeurs. Flanagan intenta que lleguemos a nuestras propias conclusiones que pueden ser acertadas o no.
El director toca temas tan cotidianos como la familia, la venganza, la locura, el amor fraternal y los moldea a su gusto. Todos ellos manipulados por un mal que en esta ocasión tiene forma de espejo. Mike Flanagan es el espejo y el espejo es Mike Flanagan. Esta vez no hay una reina malvada ante él. Esta vez son cuatro miembros de una familia los que son controlados por él para cometer todo tipo de atrocidades.
Flanagan conoce las últimas muestras del cine de terror estadounidense y lo demuestra mostrándonos terribles y crueles fantasmas y trampas mortales herederas del sello Saw.
Si bien la trama y el argumento, con historia del espejo incluida, están bien llevadas hay detalles que se le han escapado o que al menos no merecen su atención. Según él mismo han sido intencionados. ¿Acaso para una segunda parte? ¡Ojo spoiler! En ningún momento se cuenta cual fue la razón por la que este espejo está maldito. Se nos cuenta su historia pero no que hizo que se convirtiera en lo que es ahora.
Es la historia de cómo un objeto maldito puede convertirse en el causante de la mayor de las desgracias, de ser el artífice de la fractura de una familia y la venganza de esta hacía él. ¿Triunfará el mal o el amor familiar? Óculus: El espejo del mal nos mostrará cual es el resultado de esta batalla.