Revista Cocina

Oda a la luz trasera

Por Soniaif

¿Hay alguien ahí, seguidor o visitante fortuito de este blog, que no esté perdidamente enamorado de la luz? ¡Mal hecho! Sin luz (poca, mucha, natural, artificial, cálida, fría, lateral, trasera, frontal, blanca, amarilla, azul, bonita, fea …) no hay foto.

En estas lineas me confieso: soy una apasionada adoradora de la luz, y en particular amo más que nada, esa maravillosa luz brillante y blanca, que procedente de detrás del sujeto a fotografiar, lo envuelve en un resplandor dulce y suave haciéndolo lucir de una manera muy especial. De acuerdo, puede que se me haya ido un poco la mano con la poesía, pero esta es la forma en la que yo veo, y más que nada siento, este tipo de luz.

Oda a la luz trasera

Probad a hacer vuestras fotografías culinarias o de still life situando vuestro sujeto delante de una ventana por la que entre luz a raudales. Aquí van las primeras pistas que iremos detallando en futuros posts:

- no dudéis en hacer uso de difusores y reflectores

- permaneced atentos al modo de medición de la luz de vuestra cámara. Elegid el método de medición “Puntual” (la cámara medirá la luz justo en el punto que le habéis señalado, siendo una opción perfecta para motivos con un fondo muy luminoso)

- acudid a compensar la exposición si es preciso.

Y sobre todo, no olvidéis nunca que la práctica y el trabajo son los mejores aliados de cualquier tipo de luz.


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