Esto es lo que pasa cuando un escultor con gustos frikis (en realidad un [W:geek] en toda regla) se pone manos a la obra. El resultado es este teclado de piedra de dimensiones gigantescas a la orilla de un río.
Yo creo que las teclas tienen un cierto aire a las lápidas de un cementerio, pero igual son imaginaciones mías.VIA: Inspiration Wall