Por LaCotono desde Chile
Creo que muchas de ustedes pueden estar en la misma situación que yo. Mi pololo tiene un pasatiempo que le quita mucho tiempo. (Valga la redundancia) y a veces me siento full postergada. Entiendo y sé que uno necesita sus espacios y momentos de estar a solas. Pero... ¿Qué pasa si quiero salir con él y justo choca con su pasatiempo?
En mi caso él es "jueguito de pelota". Para que todas me entiendan juega fútbol cada vez que puede. Para hacer esta entrada trate de investigar y les pregunte a varias amigas respecto al tema. Tuve variadas respuestas. A mí no me postergan por que pasa todo el tiempo conmigo. Si, a veces me deja un poco "botada". Te entiendo perfectamente, me pasa lo mismo...
En un comienzo, cuando llevábamos poco tiempo, yo lo acompañaba a todos sus partidos y me entretenía mil, pero cuando ya se abusa de eso es una verdadera lata. Todo el fin de semana metida en una cancha, mal.
Les contaré una anécdota (ya lo veo con humor). Una vez tenía el matrimonio de una amiga y él un partido "súper importante", la ceremonia era a la misma hora que el juego, las semanas previas fueron un drama, él me insistía con que no podía faltar y yo entre la espada y la pared, me sentía pésimo además mi familia me decía con esas actitudes está demostrando que no te quiere. Al final jugó y me paso a buscar justo cuando los novios iban saliendo de la iglesia, pocos se dieron cuenta pero a mí me dio mucha pena que prefiriera ir al partido y no estar conmigo en ese momento.
Tengo otra amiga que su pololo es músico y si tiene que ensayar o tocar en algún sitio nada le importa, ni que hayan cumpleaños, matrimonios, eventos, etc. Creo que es muy difícil transar con este tipo de problemas. Pero qué pasa cuando una conoció a esta persona con ese pasatiempo que incluso en algún momento hasta eso te atraía de él.
Cuando trataba de tener más ejemplos una amiga me dijo: ¿Qué pasa cuando es al revés? Ella me explicaba que es ultra trabajólica, le apasiona lo que hace y deja "botados" a su marido y a su hijo. Ella me explicaba que es más fuerte su amor al trabajo, es feliz haciendo lo que le gusta, lo tiene conversado con su marido y él lo acepta. Creo que nunca los extremos son buenos.
En mi caso con los años ambos hemos cedido, yo le doy sus tiempos y él trata de acompañarme, incluso falta a algunos partidos no tan importantes si yo necesito que esté conmigo. Claro que esto es después de muchas discusiones, llantos, conversaciones, acuerdos etc. Todo sea por el Love. Aclaro que llevo años en esto. ¿Qué opináis?