La Organización de Estados Americanos convocó dos sesiones extraordinarias para la próxima semana sobre Venezuela, una el lunes para recibir a la canciller, Delcy Rodríguez, a petición suya, y otra el martes para analizar “la situación” del país solicitada por 18 Estados miembros.
Tanto los documentos de solicitud, a los que tuvo acceso Efe, como las convocatorias oficiales solo indican que la primera sesión será para escuchar una “presentación” de la canciller y la segunda para “considerar la situación” en Venezuela, sin precisar más al respecto.
La reunión del lunes comenzará a las 11.00 hora local (15.00 GMT) y la del martes a las 14.00 hora local (18.00 GMT), ambas en el salón del Consejo Permanente en la sede de la OEA en Washington.
La sesión del martes se convoca a petición de Canadá, Argentina, Barbados, Bahamas, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Estados Unidos, Guatemala, Honduras, Jamaica, México, Panamá, Paraguay, Perú, Santa Lucía y Uruguay.
Son los 14 países que firmaron una declaración conjunta para pedir un calendario electoral y la liberación de “presos políticos” al Gobierno venezolano, más otros cuatro caribeños (Barbados, Bahamas, Santa Lucía y Jamaica), con lo que tienen los 18 votos necesarios para celebrar la sesión aunque Venezuela se oponga.
Belice pertenece -junto con los 14 países de la declaración- al llamado “grupo de los 15”, como se les conoce ya en los pasillos de la OEA, pero no se ha sumado en esta ocasión para mantener su neutralidad por ocupar la Presidencia de turno del Consejo Permanente, según explicaron a Efe fuentes diplomáticas. Ente tanto, el secretario de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, respaldó “con firmeza” la declaración conjunta emitida y celebró que dejen abierta la posibilidad de suspender al país si fracasa la vía diplomática.
“Estoy plenamente de acuerdo, como señalara en mis dos informes, que la suspensión es una medida para tomar al final del proceso y veo positivamente que el referido grupo de países deja abierta esa posibilidad”, indicó Almagro hoy en un comunicado.
Aunque no precisó más al respecto en esta nota, Almagro pidió en su informe del 14 de marzo que los países de la OEA prosigan el proceso de la Carta Democrática Interamericana, que él inició el 31 de mayo pasado con su primer informe sobre Venezuela.
Estas naciones aún no han decidido si someterán a votación la declaración conjunta que publicaron ayer o si propondrán votar sobre dar comienzo de la aplicación de la Carta Democrática, como ha pedido el secretario general de la OEA, Luis Almagro.
Para ello, el Consejo debería someter a votación el declarar que en Venezuela “hay una alteración del orden constitucional” que afecta “gravemente su orden democrático”, algo que Almagro afirmó ya en su documento del año pasado para invocar el artículo 20 de la Carta.
Se necesitarían al menos 18 votos de los 34 países que son miembros activos de la OEA (Cuba pertenece al organismo pero no participa en él desde 1962).
Si ese voto prosperara, según el proceso gradual que contempla la Carta Democrática, habría gestiones diplomáticas y buenos oficios.
De no avanzar estas, se necesitaría que 24 embajadores (dos tercios de los 35 países de la OEA) votaran en un Consejo Permanente la convocatoria de una Asamblea General extraordinaria de cancilleres.
De nuevo se intentaría la vía diplomática y, de fracasar esta, sería necesario otra vez el voto de 24 países para suspender a Venezuela del ente, con lo que dejaría de participar en los programas y actividades de la OEA.
Por el momento, las cuentas diplomáticas están lejos de arrojar esa cifra, gracias al apoyo del bloque de países del Caribe aliados de Venezuela y que se han beneficiado durante más de una década del petróleo subvencionado venezolano a través de Petrocaribe.
A eso se suma el apoyo incondicional a Venezuela de sus socios de la Alianza Bolivariana Ecuador, Bolivia, El Salvador y Nicaragua.
Con información de EFE y Diario Las Américas.
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