Revista Sociedad

Ofensiva estadounidense contra Estado Islámico

Publicado el 22 septiembre 2014 por Jamesnava123

Ofensiva estadounidense contra Estado Islámico

Es la última y gran ofensiva de Estados Unidos contra un enemigo peligroso en extremo, un ejército de radicales ultraviolentos sin ninguna compasión ni humanidad, con un objetivo dictatorial en mente: el Califato islamista. Todo lo demás lo pasan a cuchillo. Ahí tienen los vídeos que lo demuestran, únicamente deben verlos.
Su violencia desatada nos ha traído hasta aquí y ahora sólo queda una solución por delante: la destrucción del denominado Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés), un ejército de yihadistas fanáticos que seguirán la misma suerte que sus locos colegas de Al Qaeda. Derrotados. Prisioneros. Y muertos. Porque esta amenaza de los radicales islamistas ya ha llegado demasiado lejos y su sueño de un Gran Califato excluyente es una pesadilla y una amenaza que las democracias occidentales van a destruir.
Es cierto que el Estado Islámico controla amplias zonas de Irak y Siria, pero su error, como el de Al Qaeda, ha sido declarar enemigo a Estados Unidos y atacar a sus ciudadanos. Porque ahora nuestro objetivo es claro y decidido: destruiremos y aniquilaremos el Estado Islámico mediante una estrategia bélica y de inteligencia que no les dará tregua alguna y los conducirá al agujero de donde no debieron salir nunca y a la derrota final.
Al margen del lenguaje políticamente correcto y evasivo de los líderes políticos, en especial del Presidente Obama, esta escoria humana del ISIS debe saber que las fuerzas armadas y la comunidad de inteligencia estadounidense los van a convertir en relleno de hamburguesas, picadillo humano, en respuesta a las barbaridades que están cometiendo sobre el terreno, sus graves amenazas y bravuconadas.

 

Los bombardeos son solo el comienzo de una estrategia de guerra que va a aplicar todo el peso militar estadounidense, y de nuestros aliados, en una secuencia progresiva en el tiempo con un objetivo simple: aplastar y destruir el Estado Islámico tal y como es actualmente, degradando y eliminando su capacidad de atacar y cometer salvajadas, eliminando sus santuarios y radio de influencia.
El uso de inteligencia, bombardeos, y fuerzas especiales, que ya está en marcha y se va a intensificar progresivamente, prolonga una guerra contra el yihadismo radical que en realidad no ha cesado nunca y que los va a perseguir allí donde se escondan, ya sea en Irak, Siria, Yemen, Somalia, Libia, Nigeria o donde vayan.
La ofensiva bélica se va a complementar con otras medidas más amplias para prevenir o afrontar ataques del Estado Islámico, y para luchar contra la ideología extremista de los yihadistas, eliminar sus canales de financiación e impedir el flujo de combatientes extranjeros (esos cantamañanas de países occidentales que van a hacer el canelo a combatir por un extremismo religioso que les costará la vida), ya sea para acudir a escenarios de guerra o de regreso a sus países de origen donde pudieran realizar ataques terroristas.

 

Además de estos esfuerzos y trabajos operativos para destruir el Estado Islámico, Estados Unidos está perfilando y poniendo en práctica ya una estrategia de ayuda humanitaria a los civiles que se ven amenazados por estos mequetrefes, por ejemplo, a las minorías religiosas, o islamistas moderados que no comulgan con su imbecilidad profunda. Un programa de asistencia con alimentos, ropa, y medicinas que busca salvar al mayor número posible de personas decentes y sin tonterías en la cabeza. Asimismo, se impulsarán campañas divulgativas y pedagógicas para reforzar nuestros valores comunes basados en la pluralidad, la libertad y la democracia. Este rearme social en valores en una de las piedras angulares para combatir el extremismo en los países occidentales en el plano interno, y cuya batalla no es menor precisamente.
Pese a toda la propaganda del Estado Islámico, por muy refinada y cinematográfica que sea, hay una verdad incuestionable: es un ejército de fanáticos yihadistas temible y brutal, esto es cierto, pero se les puede derrotar perfectamente si hay voluntad de hacerlo. Y la hay, que no tengan dudas, porque van a sentir todo el peso de Estados Unidos, que va a aplastar a estas cucarachas y salvar a la gente que se pueda salvar en esos países azotados por la intolerancia, la violencia, y el fanatismo religioso. No será cosa de un día, ni un mes ni un año, pero el Estado Islámico será derrotado. Al infravalorar a los estadounidenses, su capacidad de respuesta a la barbarie, y matar y amenazar a sus ciudadanos, han cometido el peor error de todos.

 

 


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